Londres ya se ha recubierto de luces que envuelven las tradicionales bolas navideñas, estrellas o ángeles, para celebrar la Navidad más solidaria y ecológica que ha vivido la capital británica.

En la capital británica, desde 1954, los encargados de encender el ambiente navideño son los negocios que, mediante asociaciones, deciden con qué colores y decoraciones vestirán las calles.

Este año, la primera calle en dar el pistoletazo de salida, con 1.778 decoraciones festivas y 750.000 bombillas tipo Led, fue Oxford Street, la vía comercial más larga de Europa, y el artista encargado de encenderlas fue Craig David, quien llenó de luz las pupilas de los visitantes.

El cantante tomó el relevo a la australiana Kylie Minogue, encargada de este cometido el pasado año, pero desde los años 80 del pasado siglo han tenido el privilegio de encender las luces otros muchos, como las Spice Girls, Enrique Iglesias, Emma Watson o Il Divo.

Steve Medway, el gerente de la compañía New West End -una empresa que se encarga de gestionar el centro comercial de Londres-,  declaró  que, de media, un de millón de personas pasa cada año por esta calle para ver la iluminación.

De las cuales el 40 por ciento son turistas que, en su mayoría, viajan durante un fin de semana a la ciudad del Támesis para ver la iluminación navideña.

"Hemos venido a la capital para ver los museos y las luces de Navidad con los niños", comentó  Terry Clarke, quien se desplazó, junto con su mujer, dos hijos y su suegra, desde Colchester, una ciudad de Essex, que se encuentra al sureste de Inglaterra.

Esta atracción turística gira en torno a las compras de regalos. Medway subrayó que, durante estas fechas, se gasta de media diaria 55 millones de libras (unos 70 millones de dólares) en la calle de Oxford y estimó que este año el comercio de la calle recaudará alrededor de 2.100 millones (2.495 millones de dólares).

 

DECORACIONES POR UNA BUENA CAUSA

Pero este año lo más especial en Oxford Street ha sido una iniciativa solidaria. Bajo el eslogan "Little Stars"y  miles de bolas de Navidad y estrellas doradas y plateadas, la vía de casi dos kilómetros colaboró por primera vez con NSPCC, una organización que lucha contra el abuso infantil.

De esta manera, todos los británicos tuvieron la oportunidad de bautizar una luz del alumbrado de la calle a cambio de una donación de 5 libras (6,10 dólares).

Esta campaña se dirigió a todo el Reino Unido y animó a la gente a participar con sus ofrendas a través de Internet, dando la oportunidad a los implicados de ver exactamente qué bombilla han nombrado y dónde está situada.

Tras el encendido de Oxford Street, siguieron otras calles del corazón de la capital como Carnaby Street, Bond Street o la plaza de Duke of York.

La calle de Carnaby Street, en el barrio de Soho, este año se ha recubierto de palabras de esperanza -como paz, amor o deseo- escritas con letras de color rojo, bajo el lema de "Revolución de Navidad de Carnaby".

La inspiración de esta decoración tan vibrante proviene de "You Say You Want a Revolution? Records and Rebels 1966-1970" (¿Dices que quieres una revolución? Registros y Rebeldes 1966-1970), una exposición del museo londinense V&A que explora el impacto que tuvo este periodo en la música, el cine y el activismo político del siglo XX.

LUCES "VERDES".

Mientras en Northbank, zona céntrica que bordea la orilla norte del río Támesis y que hace más de un siglo fue la primera área de Londres en tener alumbrado público en sus calles, este año se ha apostado por las luces de Navidad más "verdes" o ecológicas de la ciudad.

El biocombustible de sus decoraciones navideñas está compuesto a base de aceites de cocina recolectados en los restaurantes y locales londinenses: se refina, se procesa y luego se quema para producir energía.

Lo cual resulta aún más curioso si se tiene en cuenta que el teatro The Savoy, que participa en esta decoración ecológica, fue el primer edificio público en el mundo en ser encendido en su totalidad por electricidad.

 

POR UN ARTÍCULO PERIODÍSTICO

Aunque la mayoría de la gente confiesa disfrutar mucho con este espectáculo, no todo el mundo se siente tan entusiasmado. 

"Las luces le dan un ambiente bastante navideño a la ciudad, pero cansan un poquito porque las encienden muy pronto y las tiendas se sobrecargan de decoraciones navideñas", relató a Efe Esperanza Aparicio, una española que trabaja en un hospital en Londres.

La tradición de decorar las calles con luces durante estas fechas surgió a raíz de un artículo que publicó el periódico británico "The Daily Telegraph", en el que señalaba lo apagado que resultaba Londres durante las Navidades.

Por lo que, en 1954, los negocios de Regent Street, otra calle comercial que este año exhibe ángeles que dejan tras de sí una red de luces, se organizaron para hacer que Londres brillara.

Cinco años más tarde, los almacenes de la calles vecinas se organizaron para hacer lo mismo y llenar de alegría a los viandantes, si bien en Oxford Street se produjo un incidente dramático: la muerte de una persona debido a la caída de una decoración de 4,5 metros.

Con la recesión económica de finales de los años sesenta, el centro de Londres se apagó por Navidad. Pero, en 1978, cuando el poder financiero y el sistema electivo se restauraron, se volvió a retomar la tradición de vestir las calles de bombillas y llenar los escaparates de adornos navideños para atraer a más compradores.

Por Sarah Yáñez-Richards.

EFE/REPORTAJES

 

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