Dos leyendas del rock se dieron cita la noche del martes 13, en el Movistar Arena de Santiago. Y el público respondió con su asistencia a un evento que ya podemos calificar como histórico, tanto por el nivel de las bandas como por la alta calidad del espectáculo ofrecido. Hablamos de Whitesnake y Scorpions, que se unieron en un tour que resumió lo mejor de ambas carreras. Y aunque se dice que ambos grupos vislumbran el retiro tras la gira, lo cierto es que por lo menos anoche en Chile se les vio con más energía que nunca.
Puntualmente a las 21:00 horas, tras una intro sonora con el clásico “My generation” de The Who, saltó Whitesnake al escenario del Movistar y se desató el rock and roll. El arranque fue con “Slide it in” y le siguió pegada “Love ain’t no stranger”. El primer gran momento de la jornada, con un público entregado, se vivió con “Fool for Young loving”, notándose un David Coverdale rejuvenecido y a una banda que claramente disfrutaba lo que hacía.
Otros grandes momentos de Whitesnake en Chile fueron un increíble solo de batería y por supuesto aquellos hits de siempre, como la balada “Is this love” y “Still of the night”. El cierre lo puso nada menos que el temazo de Deep Purple “Burn”, con Coverdale recordando de excelente manera su paso por aquella agrupación. Tras 12 temas, a eso de las 22:15 horas, el respetable quedó prendido para lo que se venía: Scorpions celebrando sus 50 años de trayectoria.
La demora en el show enfrío un poco al público, que luego empezó a impacientarse. Pero aquello quedó en el olvido cuando, a las 22:50 horas, por fin se dejó caer el telón y aparecieron los alemanes, en medio de un espectacular juego de luces y con un sonido envolvente. Si bien Whitesnake dejó la vara alta, el oficio de Scorpions hizo que la energía no tardara nuevamente en apoderarse de los miles de asistentes.
“Going out with a bang” tal vez no fue el comienzo arrollador que todos esperaban, pero esta noche traía un arsenal de clásicos como sólo Scorpions pudo dejar en la historia del rock. Con el tercer tema, “The Zoo”, la gente ya estaba más que motivada y feliz del show que estaban presenciando. Hubo primero un vendaval de la faceta más rockera del conjunto germano, matizada luego por una sección acústica donde la emoción llegó de la mano de “Send me a angel”. Algo que se acrecentó más con “Wind of changue”, con los antiguos encendedores ahora reemplazados por celulares en la multitud.
Con Mikkey Dee (ex Mötorhead) en la batería, avanzada la jornada cayó algo que fue sorpresa para muchos. Nada menos que un homenaje al fallecido Lemmy Kilmister, con el potente tema “Overkill”. Apareció el mosh y hasta una bengala que tal vez nadie se esperaba en un show de Scorpions. Y para mantener todo a full, vino una descarga rockera impresionante con canciones como “Blackout”, “No one like you” y “Big city nights”. La sobrecogedora “Still loving you” y el incombustible “Rock you like a hurricane” cerraron el arsenal de 18 temas con que ya entrando en la madrugada del miércoles 14 Scorpions nos dijo hasta siempre, o tal vez, hasta la próxima.