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Alejandro Pizarro
Los resultados de la encuesta nacional “Impacto Pandemia” elaborado por la Asociación de Emprendedores de Chile, Asech, en las 15 regiones del país, evidencia el daño que la actual emergencia sanitaria, devenida en crisis económica, ha generado en las micro, pequeñas y medianas empresas, las cuales además, identifican a la falta de liquidez como el mayor riesgo para este año por la baja de las ventas.

Por una delicada situación están pasando las micro, pequeñas y medianas empresas del país, cuando se cumple un año del inicio de la pandemia en Chile. 

La llegada del virus, la implementación de las primeras restricciones sanitarias, el distanciamiento físico y la limitación de aforos han golpeado fuerte en miles de empresas del país, muchas de las cuales han debido cerrar, o bien, “reinventarse” para no desaparecer. 

Bien lo sabe, Claudia Ilabaca, dueña del Café del Museo La Serena, quien ante la llegada del coronavirus a la región, debió cerrar las puertas de su local hasta el día de hoy. 

“Fue una lástima que tuviéramos que cerrar el negocio, porque era un lugar que nosotros queríamos y lo construimos con cariño”, dice. 

Por su parte, Nadia Randolph, dueña de Expo Crea, productora especializada en Ferias, Mercados, y Bazares, y que trabaja dándole espacio a cientos de otros emprendedores de la región para vender sus productos, también ha sentido, el golpe de la crisis. 

Si bien durante la última temporada estival pudieron recuperar parte de lo perdido durante el año pasado y contar un amplio espacio en el borde costero, el regreso a cuarentena “nos tiró a la crisis nuevamente, especialmente a todos quienes les ha costado tanto reinventarse como emprendedores, y poder recuperar algo durante el verano. Nuestros ingresos se han visto completamente afectados”, señala. 

DELICADA SITUACIÓN 



Pero en realidad, los casos de estos emprendimientos locales son sólo una pequeña muestra de los miles de pequeñas y medianas empresas que se han visto afectadas por la crisis sanitaria. En realidad, los números muestran una situación aún más complicada. 

Así lo demuestra al menos, la encuesta “Impacto Pandemia”, estudio elaborado por la Asociación de Emprendedores de Chile, Asech, a nivel nacional, y que muestra entre otras alarmantes cifras que por ejemplo, el 85,1% de los encuestados ha visto su emprendimiento afectado por la pandemia, y un 50,2% de manera grave.

En conversación con El Día, Tomás Silva, gerente general de la Asech, gremio que reúne a 41 mil socios de todos el país, incluyendo la Región de Coquimbo, comenta que realizar esta encuesta fue necesario, pues ahí se logró dar con un  diagnostico concreto sobre la situación de las pymes, “algo que es muy importante para poder nutrirnos y empezar a generar las políticas públicas y medidas de regeneración económica con las que buscamos ayudar a las pymes de Chile”. 

Así por ejemplo, la encuesta detectó que el 36,8% de los encuestados vio que las ventas de su empresa se vieron afectadas en más de un 50% durante la crisis sanitaria.

Además, el 36,8% de los encuestados declara haber perdido más del 50% de sus ventas anuales, mientras que un 77,8% considera que el mayor factor de riesgo para este año es la falta de liquidez por baja de ventas, seguido por las deudas con entidades financieras (36%).

“Ahí encontramos que debemos generar un paquete de medidas que vayan apuntando a esa dirección. Nosotros siempre hablábamos de que en esta pandemia íbamos a tener dos tiempos: el primer tiempo iba a ser de sobrevivencia, en donde teníamos que generar medidas para que las pymes pudieran sobrevivir, y el segundo tiempo, que era de la reactivación económica”, señala Silva.

DIVERSAS ARISTAS 



Para el gerente general de Asech, lo primero a cuidar es la salud sin dudas. No obstante, para sacar adelante las pymes no se puede, a su juicio, esperar llegar hasta el final del camino con la pandemia. Para Silva, la clave para permitir la recuperación de ese sector, es comenzar a trabajar ya, “en un escenario futuro de reactivación en donde las pymes en este periodo, puedan reactivarse económicamente”. 

Complementa diciendo que “desde ahora se debe empezar a trabajar con el Ejecutivo, con el Legislativo y con el mundo privado con una única dirección: reactivar la economía, cuando se pueda y cuando las medidas así lo permitan”.

En ese sentido dice, la disponibilidad de liquidez –y así lo menciona la encuesta – se hace necesaria para que los emprendedores puedan levantarse nuevamente.   

“Insisto en que aquí no hay que esperar que la pandemia termine, pues paralela a la cuarentena podemos tener un plan robusto e integral donde empresas medianas, empresas chicas, más el Estado, puedan contar con ayuda, pero real y directa, que vayan apuntando a la liquidez para fomentar el dinamismo de las pymes, pues nosotros estamos convencidos de que las pymes son el motor del empleo en Chile”. 

Por su parte, Marcos Rivas, presidente de la Asech, en relación a las ayudas y herramientas del Estado que están disponibles para las pymes, señaló sobre ello que, “lo importante es que la realidad de las pymes y su asimetría no es sólo económica, también es de información y es legal. Es sumamente importante que los actores políticos entiendan esas dimensiones del problema para poder abordarlo con responsabilidad”, comentó.

REINVENCIÓN Y OPORTUNIDADES



Entretanto, para decenas de emprendedores de la región, la solución ha pasado por reinventarse ante las consecuencias de la pandemia. 

Así lo hizo Claudia Ilabaca, de Café del Museo, quien tras el cierre de su local, la apuesta ha ido por el delivery. 

“Decidimos hacer un producto especial con nuestro sello y empezamos a hacer desayunos a domicilio en estas mismas fechas el año pasado. Hasta ahora, hemos vendido más de 1.000 desayunos, gracias a la reinvención que tuvimos. Además hacemos tablas a domicilio, regalos corporativos, y helados a domicilio también. Lo bueno es que esto nos permitió cambiar el chip y reinventarnos”, señala. 

Algo distinto es el caso de Fruitline, que partió hace más de tres años como una tienda virtual de entrega de frutas y verduras a domicilio, servicio al que se fueron integrando otros productos, todos de línea saludable, y que ha terminado incluso, con la apertura de una tienda física en el sector de El Milagro en La Serena. 

Para su dueña, Celeste Cifuentes, esta pandemia, lejos de transformarse en algo negativo, ha sido una oportunidad para su expansión como empresa. “En nuestro caso, la crisis no nos ha impactado de forma tan negativa, pues ya traíamos la experiencia de repartir frutas y verduras a nuestros clientes. En general, estábamos preparados porque suponíamos que iba a haber una nueva cuarentena por las cifras que veíamos durante el verano. Nos preparamos durante esa época ‘en caso de’. Ahora ya estamos listos para poder seguir funcionando”, afirma. 

 

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