Durante el día de ayer, el gerente regional de Aguas del Valle, Andrés Nazer, se reunió con la gobernadora regional Krist Naranjo, para dar a conocer su plan de acción para asegurar el agua para consumo de la población.
En líneas generales, la sanitaria informó a manera de contexto, el escenario hídrico general, en que los embalses de la región están en un 27% de su capacidad máxima, mientras que las precipitaciones permanecen en déficit, planteando importantes dificultades para el abastecimiento.
Entre las alternativas que le planteó Nazer a la autoridad destaca la construcción de una planta desaladora que en una primera etapa sería para cubrir a la conurbación e incluso, en próximas etapas, otras localidades cercanas.
Consultado al respecto, el gerente regional de la empresa señaló que en este momento se está avanzando en un anteproyecto de desalación, cuyo objetivo es justamente, “respaldar el consumo humano de agua potable para las comunas de La Serena y Coquimbo y luego para otras localidades de la región”.
Los plazos
En estos momentos, el avance de la futura planta desaladora de Aguas del Valle se da en dos frentes. En primera instancia, la de los estudios previos para determinar su futura estructura.
“Ya concluimos con el proceso de planificación y análisis preliminares y ahora estamos en pleno desarrollo de estudios ambientales, sociales y de ingeniería. Nuestro interés es poder desarrollar un proyecto sustentable, con diálogo con las comunidades, con el objetivo de contar con todos los antecedentes necesarios para que la tramitación ambiental sea lo más expedita posible”, señala al respecto el gerente Andrés Nazer.
El otro paso tiene que ver con la búsqueda de la ubicación de la futura planta, la cual estaría en una zona aún no determinada completamente, del sector sur de la comuna de Coquimbo. En efecto, a eso se refería el ejecutivo cuando hacía mención al “diálogo con las comunidades”, con el objetivo de determinar su ubicación definitiva.
La idea en todo caso, es que el proyecto ingrese al Sistema de Evaluación Ambiental el próximo año, en donde se presentaría el EIA respectivo para su estudio. “El inicio de la construcción de la desaladora estará sujeto a la evaluación de la condición hídrica de la región”, aunque en principio se tiene contemplado que las obras de construcción tengan una duración de unos 2 a 3 años.
Sobre su capacidad, el gerente de Aguas del Valle aclara que “en su primera fase, producirá entre 200 y 600 litros por segundo, para llegar en un futuro a suministrar unos 1.200 litros de agua por segundo. Esta planta estará diseñada sólo para consumo humano y apoyará el suministro sólo cuando las fuentes naturales no sean capaces de sostener la demanda de agua potable”, afirmó.
Sobre el futuro costo de la obra, desde la empresa señalan que una vez que estén completos los estudios hoy en curso se tendrá un panorama completo de la inversión a llevar a cabo.
Otras iniciativas
Cabe señalar que el proyecto de planta desaladora que está llevando a cabo Aguas del Valle no es la única iniciativa en la Región de Coquimbo.
Según comentó a El Día el delegado presidencial regionala, Pablo Herman, hace unos días, son cinco los proyectos de desaladoras que se están impulsando a nivel local y el de Aguas del Valle es uno de ellos.
La otra iniciativaes la del proyecto INCO de Minera Los Pelambres, que a la fecha presenta un 60% de avance y entrará en operación durante el segundo semestre de 2022, y que incluye una capacidad inicial de 400 litros por segundo de agua de calidad industrial, junto con sus obras marinas de captación de agua de mar y descarga de salmuera.
Las otras tres desaladoras corresponden a las impulsadas por Concesiones del MOP en las tres provincias de la región.