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La Tercera
La autoridad, junto con valorar la conformación de una Mesa Nacional del Agua, y afirmar que es urgente modernizar la gestión del vital elemento en el país y estudiar cambios a su marco legal, respondió a las críticas referidas a la tardanza para conformar una instancia como esta y a la escasa representatividad que ésta tendría.

Esta semana, el presidente Sebastián Piñera presentó una mesa transversal para hacer frente a la sequía.

En efecto, la “Mesa Nacional del Agua” es una instancia que nace para proponer un plan a largo plazo para hacer frente a la crisis hídrica que hoy afecta a la región de Coquimbo y a buena parte de la zona central del país, la cual tiene 27 integrantes: seis ministros, seis diputados (uno de ellos, Matías Walker), cuatro senadores, un subsecretario y los dirigentes de asociaciones gremiales, organizaciones del agua y coordinadoras.

En ese sentido, el propio primer mandatario fijó en dos meses el plazo para que la mesa técnica entregue un informe sobre la situación de la sequía en Chile. El objetivo principal es abordar de forma estructural este “terremoto silencioso” como calificó a la situación de escasez hídrica que hoy se vive, el Presidente de la República.

En ese sentido, y durante una gira que realizó a nuestra región, el subsecretario de Obras Públicas, Lucas Palacios, ser refirió a la conformación de esta instancia de diálogo que analizará el tema del agua desde distintas visiones.

-¿Cómo va a funcionar esta mesa nacional del agua?

Primero tenemos que tener en cuenta que existen dos grandes problemáticas a raíz de la sequía, y la primera de ellas es la emergencia.

Existe una instancia de coordinación interministerial en conjunto con los municipios y con los gobiernos regionales, para poder dar respuestas inmediatas y ágiles a la emergencia actual. Esa coordinación se da con el ministerio de agricultura, con la presidencia, con la secretaria general de la presidencia, con el ministerio de energía, con el ministerio de hacienda, para poder atender rápidamente la emergencia porque la gente se está viendo afectada hoy.

Ahora, en forma paralela, el Presidente de la República generó esta instancia, la mesa nacional del agua, que incorpora personalidades de las diversas tendencias políticas, es decir, una mesa transversal.

Además incorpora actores de los sistemas de agua potable rural, del agro, o de instituciones como la Fundación Chile. La componen 27 personas, y lo que ha pedido el presidente es que en 60 días se le entregue por parte de esta mesa, un informe completo de como vamos a enfrentar estructuralmente la problemática que genera esta nueva realidad del agua en nuestro país”.

-También existen mesas de ese tipo a nivel regional.

“Sí. Existe también una correlación de estas mesas a nivel regional. Por tanto, la idea es que aquí no se reste nadie y formen parte, con buena voluntad, de este debate, para plantear la mejor solución al país de cara va a esta generación, pero también de cara a las futuras generaciones”.

-No obstante, se ha criticado que la mesa nacional del agua no es representativa, pues no estarían presentes organizaciones de crianceros o de la pequeña agricultura familiar campesina que son quienes más han sentido los efectos de la sequía.

“Están todos invitados. Al menos la mesa es muy transversal. La idea además es que cada una de esas personas es que puedan incorporar ideas de los distintos sectores. Tiene que ser una mesa operativa y la versad, es que del mundo empresarial yo vi un solo representante.

En el fondo hay una distribución equitativa entre todas las personas que tienen que decir algo en este tema con el fin de poder buscar soluciones para todos. Porque el agua tiene que alcanzar para la pequeña agricultura, para el consumo humano y para los procesos industriales.

Pero también tenemos que incorporar modificaciones, como la reutilización de las aguas grises o aguas servidas tratadas, las cuales pueden servir para los procesos industriales. De esa forma se libera agua potable, agua para riego y para los animales.

Además tenemos que incorporar los temas de la desalación: de qué forma vamos a incorporar más rápido el agua desalada al sistema hídrico que tenemos en nuestro país y cómo vamos a hacer para gestionar el agua que tenemos.

Por ejemplo, la Fundación Chile plantea que un 44% del problema hídrico es por una mala gestión del agua. Pero debemos ver la forma en cómo aceleramos los proyectos de embalses, porque parte importante de los problemas que tenemos en esta región es que tenemos poca capacidad de acumulación de agua.

Entonces hay un conjunto de medidas que, frente a esta realidad de menos agua, nos deben ayudar a que ésta nos alcance para todas las actividades y personas que se relacionan con el agua que, en el fondo, somos la sociedad completa”.

Real preocupación

-Desde la oposición, el senador Jorge Pizarro lamentó la tardanza para implementar una mesa hídrica para abordar la sequía, señalando que eso ya se lo habían planteado al gobierno en enero de este año. ¿Llega tarde esta iniciativa?

“Todos son generales después de la batalla, pero lo ideal es que esta mesa de emergencia se haya constituido hace años atrás. Esta es la primera vez que un gobierno está tomando en serio el tema de la sequía y el cambio climático.

Nosotros hemos generado diferentes instancias. De hecho, a inicios del gobierno ingresamos un plan de inversiones específicas, cronogramizadas por año, para poder ir disminuyendo la brecha que existe, en el sentido de que hay 382 mil familias que no están adscritas a un sistema de agua potable rural.

Luego se han generado instancias en materia de abordaje de las emergencias que es papel del gobierno con distintas instituciones, incorporando también a los municipios, porque hay que generar una red de distribución de la ayuda de emergencia que sea eficiente y eficaz.

Y finalmente tenemos esta mesa del agua que tiene por objetivo que en 60 días se entregue un informe al Presidente de la República con ideas que surjan en base a un debate transversal porque debemos tener una orgánica de país en que tengamos claro un plan estructural para enfrentar la sequía más allá de la emergencia”.

-¿Es correcto también lo que denuncia el senador en cuanto a que en el proyecto de ley de presupuesto 2020 no hay ‘un solo peso adicional’ para invertir en los APR?

“Los recursos que se están disponiendo para los APR son históricos en estos cuatro años de gobierno. Es una planificación que alcanza casi los 350 mil millones de pesos. Nunca antes había habido un plan de agua potable rural tan ambicioso como el que estamos llevando a cabo.

Y en el caso particular de la región de Coquimbo el próximo año tenemos recursos de más de 4.230 millones de pesos. Esos prepuestos se construyen en base a las posibilidades que existe de licitar proyectos concretos que ya tienen su ingeniera desarrollada. Es decir es un proceso, lo cual sabe perfectamente el senador Pizarro.

Los recursos de emergencia son recursos que se van gatillando a medida que las necesidades lo van exigiendo. Por lo tanto lo que hemos hecho adicionalmente es convenir con el ministerio de Hacienda una flexibilidad especial para poder reasignar todos los recursos que sean necesarios para emergencia que va por un carril paralelo a lo que es el plan de desarrollo de agua potable rural”.

Marco legal y carretera hídrica 

-Proyectos como la ‘carretera hídrica’, el cual ha sido rechazado por los agricultores y regantes de la región del Biobío, desde donde se sacaría esa agua, ¿se analizarán en la mesa del agua?

“Es un proyecto de largo plazo, que tiene mucha complejidad, y que efectivamente, también lo vamos a estudiar dentro de todas las propuestas que nos han llegado.

Nosotros tenemos la responsabilidad de estudiarlo todo, sin embargo vemos que otros proyectos pueden desarrollarse mucho más rápidamente como por ejemplo, la desalación, o incluso el desarrollo de los mismos embalses.

Sobre esto último, hemos estudiado las formas administrativas de poder acelerar su concreción, pues demoran mucho: cerca de 13,5 años tarda en desarrollarse un embalse desde que se toma la decisión de hacerlo. Y en promedio se toman cerca de 27 años en desarrollarse desde que nace la idea del embalse. Es demasiado tiempo, que ya no tenemos para seguir demorándonos en esas materias.

Esta no es una mesa para sacarse fotos, sino que para trabajar y para plantearle al país, propuestas concretas de esta nueva realidad que llegó para quedarse, y que exige una respuesta inmediata y urgente de parte de toda la sociedad”.

-En principio entonces, ¿el proyecto de carretera hídrica no estaría descartado?

“No estaría descartado en ningún momento. Pero sí es un tema muy complejo, es muy costoso, y como es un proyecto que obtiene agua de una cuenca, cruza todo el país, y utiliza otras cuencas, resulta muy novedoso, pero muy complejo. Y por eso, hay que revisar todas las materias ecológicas, legales y de ingeniera técnica que están involucradas en el mismo.

No es una solución que podamos habilitar en los próximos dos o tres años que es lo que gente está esperando hoy en día, porque la sequía se está viviendo hoy”.

-Si bien aún está en trámite legislativo, ¿en la mesa nacional del agua se podría abordar también el tema del marco legal que la rige, como es la reforma al Código de Aguas?

“Evidentemente. Nuestro código es antiguo y es necesario modernizarlo. Además estamos enfrentando una situación de escasez actualmente, por lo tanto, hay varios elementos que hay que revisar del código.

Eso está ahora en discusión en el Senado, pero también es importante que en esta mesa se planteen elementos asociados al código, de tal forma de poder hacer que el nuevo cuerpo legal, o las modificaciones que se hagan al código, tengan un nivel de acuerdo transversal para poder viabilizarlo desde el punto de vista político y social a futuro”.

 

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