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Lautaro Carmona
Menor precio de productos importados, como combustibles, alimentos o artículos tecnológicos; menor presión inflacionaria, que podría incidir a la baja en el valor de la UF; pero también una actividad exportadora -no minera- más débil, debido a un tipo de cambio poco competitivo, son algunas de las consecuencias que podría conllevar la caída de la divisa norteamericana para nuestro país.

Este martes y miércoles la moneda norteamericana bajó la barrera de los 700 dólares, una cifra que no se veía desde julio de 2019. De esta forma, al cierre de las operaciones del mercado bancario local, la divisa estadounidense cerró esta última jornada en 698,0 pesos vendedor y 697,70 comprador.

Al respecto, diversos analistas consultados por la prensa nacional insisten en que la moneda norteamericana seguirá sufriendo más caídas en su valor frente al peso chileno. Es más, de acuerdo a Bloomberg, en estos dos días la moneda nacional es la que más subió en el mundo frente al dólar.

Pero, ¿a qué se debe esta baja? Y lo más importante, ¿tiene esta caída, efectos sobre el bolsillo del ciudadano común? Pues es claro que sobre la economía nacional sí la tiene, y bastante. Y por supuesto que el ciudadano de a pie, también está afecto a estas variables.

Cobre por la nubes 

En primer lugar, todos los expertos consultados coinciden en que aquí, el alza del precio del cobre –que está cotizándose a 3,7 dólares la libra– es la causa capital de la caída de la divisa estadounidense.

“Cuando sube el precio del cobre, baja el valor del dólar. Entran más dólares porque en la medida en que el valor del cobre siga subiendo y se valorice más en bolsa, más dólares entran a Chile. Y al haber más dólares, el precio, su valor, baja”, explica Juan Rojas, director de la carrera de Ingeniería Comercial de la Universidad Central, sede La Serena.

De hecho, a juicio del economista, académico y consultor, Gustavo Mallat, ello explicaría casi el 80% de la baja del valor del dólar. Aunque no es la única razón.

“El segundo factor que podría explicar el 20% del bajo valor del dólar en Chile, es que la divisa a nivel mundial está muy débil. Y eso es fundamentalmente, porque los mercados mundiales ya están asumiendo que en forma bastante inédita, los demócratas en Estados Unidos podrían controlar el Senado. Y al controlar el Senado, el Congreso sería muy pro-John Biden, que es el nuevo presidente. Y se asume que los demócratas son más activos en política macroeconómica”, explicó el experto.

En otras palabras, con el Partido Demócrata controlando el Gobierno y el Congreso estadounidense, se proyecta un incremento del gasto público y una política fiscal expansiva, lo que aumentaría la cantidad de dólares a nivel mundial (la oferta), debilitando así su valor.

Pero incluso, no es la única razón, pues tal como explica el académico de la Universidad Católica del Norte y director alterno del Instituto de Políticas Públicas (IPP) de esa casa de estudios, Marcelo Olivares, el valor de la divisa ha visto también caer su valor, “como resultado de los estímulos monetarios en Estados Unidos para hacer frente a la pandemia”, siendo este país, precisamente, uno de los más afectados por el virus a nivel mundial.

Incentivo para el consumo 

Pero a nivel local, ¿se generan también efectos? La respuesta, como se explicó más arriba, es afirmativa. De hecho, están “los que ganan” y “los que pierden” con esta situación.

Para el académico Marcelo Olivares, “un dólar más barato significa un menor precio de los productos importados, lo cual podría compensar en parte los aumentos de precios ocurridos por quiebres de stock, por ejemplo, en el caso de los automóviles”.

Así, productos como computadores, bienes tecnológicos en general, electrodomésticos y vehículos, verían caer sus precios. 

También, un dólar bajo, podría “implicar una baja en el combustible y eso implica una baja en el transporte. Eso significa que también podría haber una baja en los alimentos” señala a su vez el director de la carrera de Ingeniera Comercial de la Universidad Central, Juan Rojas.

Es más, con un dólar más bajo, crecen los incentivos, por ejemplo, para viajar al extranjero, explica el académico.

En síntesis, explica por su parte el economista Gustavo Mallat, un dólar depreciado frente al peso chileno “es positivo para el consumo”, pues debido a los menores precios “no habrían presiones inflacionarias por el lado de los productos importados. Tendríamos una inflación muy contenida en Chile, por debajo del 3% en 12 meses y eso obviamente alivia mucho a los hogares, elevando su poder de compra”.

Además, al haber una inflación más contenida, se verían beneficiadas todas aquellas personas que están endeudadas en UF, como es el caso de los créditos hipotecarios. 

Exportaciones a la baja

No obstante, la caída de la divisa norteamericana sin duda es una mala noticia para los exportadores, por lo menos, para todos aquellos que no dependen de la minería.

Y es que tal como lo explica el académico Juan Rojas, “el sector exportador que recibe los dólares, y tiene que cambiarlos a moneda nacional, no van a recibir la cantidad de pesos al ingresarlo al mercado local, como puede ser el sector frutícola de la Región de Coquimbo, con las exportaciones de uva, fundamentalmente”.

En efecto, como recuerda el economista Gustavo Mallat, cuando hace un año atrás el dólar sobrepasó la barrera de los 800 pesos, “hubo muchas actividades exportadoras que fueron muy rentables, pero ahora, con un dólar bajo los 700 pesos, no lo son tanto”.

Y en línea con lo dicho por Rojas, aseguró que el sector agrícola puede ser uno de los rubros más desfavorecidos con esta situación.

“Chile por ejemplo, y la Región de Coquimbo en particular, después de la minería, es un gran exportador de productos agroalimentarios y agrícolas. Y probablemente con un dólar a 700, o que dure un tiempo cerca de los 700 pesos, podría afectar a una mayor expansión de sectores exportadores no mineros, como el vino, el pisco, el aceite de oliva, fruta fresca, frutos secos y toda la variedad de productos agroalimentarios procesados que Chile exporta”, explicó.

 

TIPO DE CAMBIO

No obstante, más allá de “ganadores” y “perdedores”, la baja del dólar pone en el tapete la cuestión sobre el tipo de cambio que el país requiere para que sus productos, en especial aquellos que no están ligados a la minería, puedan ser competitivos en el mercado mundial.

La pregunta es, por tanto, qué le conviene a Chile. ¿Un cambio bajo o alto?

Consultado al respecto, el académico de la Universidad Católica del Norte, Sergio Zúñiga, señaló que eso es bastante relativo.

“Yo diría que en el corto plazo el tipo de cambio puede tener efectos, pero en el mediano y largo plazo, no. En el mediano plazo el ideal es que el tipo de cambio sea lo más competitivo y libre posible, porque permite hacer correcciones automáticas a cualquier problema interno que haya”, señala.

En ese sentido, explica, tradicionalmente se ha entendido que una política cambiara favorable es una política de una moneda nacional devaluada, “que es justamente lo que no está ocurriendo ahora, pues tenemos un peso fortalecido respecto al dólar. Y eso es inverso a lo que tradicionalmente se ha entendiendo como una política de fomento al crecimiento, lo que para mí es cuestionable, pero es la visión general”.

A su juicio, no es sano mantener por mucho tiempo un tipo de cambio bajo, pues “incentiva que todos los productos importados entren más baratos por ejemplo, artículos que podríamos pensar, son suntuarios”, aun cuando ello permitiría a la vez que las empresas puedan hacer renovación de capital.

Por ello, ante esta doble lectura, a juicio del académico, el único tipo de cambio correcto “es el que fija el mercado y punto”.

 

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