• Por algunos minutos, la cámara ubicada entre las rendijas captó la impactante personalidad del autor de un crimen que muchos no olvidan.
Crédito fotografía: 
Archivo TVN
El periodista reseñó como fue que se realizó la grabación de la impactante trama de acontecimientos que tuvieron lugar en el corazón del valle de Elqui. Además, el comunicador recordó la conversación que tuvo con el autor de los crímenes

En agosto del año pasado, tuvimos la posibilidad en las páginas de nuestro medio de recapitular, en voz de Carlos Pinto, uno de los comunicadores más importantes de los últimos años, la tragedia de “Marité”, hecho ocurrido el 18 de septiembre de 1989 en La Pampilla, donde el peruano Gustavo Justo León terminó trágicamente con la vida de esta menor de ocho años. La historia fue retratada en forma cruda, pero verosímil por el programa “Mea Culpa” de Televisión Nacional de Chile.

Pero también hubo otro relato que impactó a la Región de Coquimbo por su crueldad, específicamente en el corazón del valle de Elqui.

 

UN CHACAL.

En Alcohuaz también se escribió una historia de miedo. Se trató de los macabros hechos que involucraron a Juan Salvo Zúñiga, que tras quitarle la vida a su hermana en Iquique en 1975, debió cumplir 10 años de condena. Luego de recorrer diversos centros penitenciarios del país, fue trasladado hasta la cárcel de Vicuña, ya que presumiblemente habría trabajado durante alguna época de su vida en Paihuano.

 “Pudimos realizarle algunas preguntas a Salvo Zúñiga y ahí se mostró como si nada. Fue difícil recrear este caso”, CARLOS PINTO, director de “Mea Culpa”

Carlos Pinto, director de “Mea Culpa” recordó algunas de las características no sólo de Salvo Zúñiga, un sicópata en toda su expresión, sino también la tranquilidad que invade al valle del Elqui y que el denominado “Chacal de Alcohuaz” suprimió durante un tiempo.

“El paisaje era realmente maravilloso. Un pueblo pequeño, con una escuela para muy pocos alumnos. Una tranquilidad total, donde todo giraba en torno a la agricultura, los viñedos. Era una comunidad que lejos de rehuir a este sujeto de rostro vetusto, de reacciones violentas y de miradas provocativas con la gente del sector fue aceptado pese a ello. Era casi como un vampiro de día, que pululaba por las calles de ese poblado. La gente le quitaba la vista”, aseguró.

Otro hecho destacable en esta historia con un final brutal es que se cruza con la vida de una familia modesta, compuesta por Deliceo Tapia, Antonia Cabrera y sus hijos. Ellos le abrieron las puertas para que este sujeto, con las manos sucias, tuviera una segunda oportunidad, pero todo terminó mal.

“Este hombre reacciona de la forma más terrible que un ser humano puede llevar adelante. Sólo un hombre desquiciado, luego de tratar de abusar sexualmente de una de esas hijas, y que se sintió humillado luego de ser denunciado a las autoridades, toma venganza y le quita la vida a todos los integrantes, y sólo deja con vida al padre de familia, que no se encontraba en casa”, relató Carlos Pinto sobre los hechos ocurridos el 26 de noviembre de 1990.

9 de febrero de 1993 diario El Día informó sobre el indulto del Presidente Patricio Aylwin al criminal

A todas luces, y demostrado por todas las formas posibles, estamos hablando de un sicópata que fue condenado a la pena de muerte y  sólo gracias al indulto del Presidente Patricio Aylwin se le conmutó su pena por la de cadena perpetua, que cumplió primero en la cárcel de La Serena y posteriormente en Colina 2. “En la cárcel le daba una serie de arranques artísticos y hacía unos cuadros que reflejaban exactamente una conducta sicopática. Daba miedo mirarlos, porque eran muy provocativos. Yo los vi”, señaló Pinto.

Cabe destacar que en primera instancia, Salvo Zúñiga había firmado una carta donde autorizaba la entrevista para “Mea Culpa”, pero luego se negó. De todas maneras, Pinto dejó una cámara entre las rendijas de una puerta, donde logró rescatar el testimonio de este Chacal. “Pudimos efectivamente realizarle algunas preguntas y ahí se mostró como si nada. Pero quizás lo más difícil fue recrear ese caso, porque da cuenta de una madre y sus hijos, algo impactante. Por eso, establecimos mostrarlo con sombras en la pared, más los gritos que nos mostraban aquello que no podíamos dar a conocer. Aun así, hubo que censurarlo porque era tan fuerte como mostrarlo. La crítica fue dura igual, porque lo recreamos en forma artística, pero yo creo que no fue menos fuerte”, concluyó. 3802i

 

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