A UN AÑO DE LA PARTIDA DE MANDELA
"No puede haber una revelación más intensa del alma de una sociedad, que la forma en la que trata a sus niños" Nelson Mandela. Ad portas de cumplirse el primer aniversario del fallecimiento de Nelson Mandela, aquel líder africano, considerado uno de los más grandes líderes del siglo XX, quien tuviera una vida intensa y longeva, falleciendo a la edad de 95 años, el 5 de diciembre de 2013, vale la pena recordar este mensaje, cargado de realismo y sabiduría, que cobra especial relevancia en nuestro Chile de hoy, donde a diario los niños y niñas quedan postergados de la vida en familia por las múltiples demandas laborales que debe asumir sus padres, en una sociedad donde abunda la competencia y un sin fin de necesidades y exigencias que consumen al mundo adulto. Para qué decir cuándo se trata de las decenas de niños y niñas que, sólo en nuestra Región, han tenido que ser separados de sus propias familias, para su protección, y por quienes tenemos aún más trabajo por hacer para que sus derechos fundamentales sean efectivamente restituidos. Vale la pena preguntarse entonces, cuál es el rol que estamos asumiendo como ciudadanos para hacernos cargo de esta realidad, cuál es la relación que construimos con los niños y las niñas, sean ellos nuestros hermanos, hijos, sobrinos, vecinos y en general con todos/as aquellos/as niños/as con los que a diario nos cruzamos y que, por nuestras múltiples demandas o preocupaciones, pasamos por alto o, sencillamente, dejamos de ver. El contacto con el mundo infantil, en tanto reflejo del alma de nuestra sociedad, es una oportunidad para detenernos y conectarnos con la esencia más amorosa del ser humano, aquella que se orienta naturalmente a cuidar y proteger, aquella en la que somos todos iguales y dignos de los mismos derechos.
ALEJANDRA CRUZ DÁVILA
PSICÓLOGA
