Sr Director:
He entrado violentamente a una casa, he amarrado al propietario, le he torturado con golpes de pies y puños, le he quemado repetidas veces el cuerpo con las colillas de mis cigarrillos, le he descalificado continuamente; he violentado a su mujer y golpeado a sus hijos, a vistas de él, el fin: quise que sufriera; he dejado una mujer e hijos solos, llorando; ya nadie podrá consolarles y el cuerpo de la cabeza de ese hogar, no lo encontraran jamás.
Me han encontrado, no hay escapatoria, solo un arreglo me podría salvar, ya he evadido la justicia por mucho tiempo, pero no permitiré que me lleven a cualquier sitio, yo merezco un lugar especial, uno que posea todas las características que son dignas para mí, quiero ir a Punta Peuco. El crimen que he cometido no es tan distinto al de otros reos de punta peuco; la diferencia: yo lo he cometido solo una vez, quienes están cumpliendo condena en Punta Peuco lo repitieron muchas veces.
En lo personal, me parece que por las características del delito cometido sería posible que un reo, cualquiera sea su condición pudiere ingresar a cumplir su condena al recinto penitenciario Punta Peuco y asimismo cualquiera de los reos de Punta Peuco cumplir su condena en cárceles comunes a lo largo del país. La Constitución Política de Chile asegura que en nuestro país todas las personas son iguales ante la ley, más aun, asegura que en Chile no hay personas ni grupos privilegiados; por lo que yo me pregunto: ¿Por qué no puedo cumplir mi condena placenteramente en el mismo penal en que están otros seres que han cometido el mismo crimen que yo?
¿Por qué yo debo ir a un recinto donde seré tratado como un perro? No tendré un LCD de 42” en mi habitación, ni siquiera un frigobar; demás está decir que no tendré habitación, solo una celda compartida con cinco o seis reos más, tampoco gozare de los paseos al aire libre o de las canchas de tenis y que decir de jugar una mesa de billar; pero otros pueden. Y comienzo a preguntarme ¿Dónde está la igualdad? El delito es el mismo, la pena no. Si no hay delito, debo trabajar como esclavo para obtener lo que me sirva para vivir apretadamente, si trato de imitar a los grandes, debo luchar para sobrevivir, ¿Cuando cambia mi suerte? ¿Dónde está la igualdad? Por ello, asi como yo lo veo, o se cierra el Penal Punta Peuco o se igualan las condiciones para todos los recintos penitenciarios del país.
Yoanna Carrasco Valdés
