Señor director,
Mucho se habla acerca de lo que salvó La Serena, de lo que pudo ocurrir, cómo llegamos a esto, etc. Sin embargo, el análisis en las organizaciones cuando se toca fondo, debe ser exhaustivo, responsable y autocrítico. Poco de eso tienen nuestros dirigentes, quienes, puertas adentro, de seguro están planificando a su antojo el próximo semestre, como si nada hubiera pasado.
El aula es comparable a la cancha, uno debe motivar, ser ejemplo, descubrir líderes y valorar las experiencias de los más aventajados, para encontrar óptimo desempeño. A mi parecer, condiciones ausentes en Luis Pérez, quien puede hacer un buen trabajo en la semana, pero en cancha, no hace diferencias: está sentado 1/3 del partido, sus indicaciones son al oído y no pelea con el árbitro por sus jugadores ¿se imaginan a un profesor callado y sentado en clases? Si queremos subir, Luis Pérez no es el hombre que –el dirigente que esté- debe elegir.
Un consejo a los “mandamases”: los equipos que logran sus objetivos tienen jugadores con experiencia y amantes de la camiseta, en todas sus líneas (mirar a San Marcos). Nosotros tenemos a un grande olvidado, de esos que van con la camiseta pegada al cuerpo y trancan con la cabeza. Diego Guidi terminó contrato en Gimnasia y Tiro de Salta, está en perfectas condiciones y es bastante más capaz –y más Serenense- que cualquiera de los que tenemos ahora.
Por último: Dirigentes, sugiero dejar de humillarse, me daría vergüenza manejar el club de esa manera.
Eduardo Alquinta