No es nuevo el conocimiento que existe sobre la relevancia del ambiente socioemocional y su impacto en el aprendizaje. Bajo las condiciones actuales, no es difícil pronosticar que habrá un aumento en el número de problemas de salud mental en todo el mundo y, ante este escenario, en la escuela, directivos y docentes son desafiados a implementar nuevas formas y dinámicas pedagógicas, especialmente en relación con el bienestar emocional de toda la comunidad escolar.Debemos reconocer que la urgencia se da en gran medida por la falta de alfabetización emocional que ha vivido la escuela hasta ahora. Esta falta de educación emocional, ha generado que profesores, directivos y padres no estén preparados para lidiar con sus propias emociones y menos capacitados para guiar y educar con las emociones a sus estudiantes e hijos.Se requieren encuentros concretos de trabajo con los equipos docentes y directivos, con el fin de que logren gestionar lo que les está sucediendo a nivel emocional, por los efectos de la pandemia en su vida personal y profesional para así tener la capacidad de enfrentar de una manera más saludable y adaptativa esta crisis social. Este es el primer paso, generar un trabajo consiente de contención emocional de los equipos docentes, pero luego se debe incorporar una propuesta en estrategias pedagógicas para abordar la educación emocional con los estudiantes. Estos tres grandes pilares: 1) contención emocional de los educadores, 2) estrategias pedagógicas para la educación emocional de todos los estudiantes en los nuevos ambientes de aprendizaje y 3) claves para las familias y la construcción de espacios sanos, son los pilares que Efecto Educativo ha estado trabajando con un importante número de escuelas y sus comunidades educativas, constatando en cada caso que la contención y educación emocional es una necesidad latente en los establecimientos y que es posible abordarla de forma integrada con todos los actores de la comunidad escolar.

Alberto Mora, director académico de Efecto Educativo

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