Quien no ha escuchado por ahí de lo importante que es tener amigos… Incluso se dice que es mejor que tener plata…Se señala que los verdaderos amigos están siempre cuando uno los necesita, aun cuando no los veas, aun cuando pase el tiempo, incluso cuando quizás no coincidas con ellos en algunas cosas;  siempre tendrás esa amistad y  los lazos que existen se harán cada vez más fuertes y duraderos. Hasta ahí todo bien. El problema es cuando la amistad se transforma en amiguismo, el que según el diccionario, es la tendencia y práctica de favorecer a los amigos, especialmente en la concesión de cargos públicos, en perjuicio del derecho de terceras personas de más valía.El amiguismo existe cuando el que designa y el beneficiario tienen un contacto,  por razones de índole política, familiar, religiosa o incluso social.En el caso de los políticos profesionales, esto es, de aquellos que viven de y para la política, y que no tienen  una actividad profesional que les dé autonomía económica y les permita retirarse en el momento oportuno, evidentemente para quienes los amigos son una tabla de salvación.El amiguismo no sólo trae consigo la duda razonable sobre la integridad y los méritos del favorecido, sino  que además es atentatorio respecto de los demás que buscan progresar con sacrificio o invirtiendo en su formación personal.Cuando reina el  amiguismo no hay postulación,  ni concurso, ni Alta Dirección Pública que valga, si “el protegido” está apoyado sólidamente por un buen amigo a su vez bien posicionado, que lo respalda, que hace los contactos adecuados en el momento preciso…y encuentra la brecha exacta.Mejor aún si el nombramiento depende únicamente de la voluntad discrecional del amigo. El amiguismo es claramente una forma de corrupción política.Pero, tranquilos,  dicen que nuestro país no es corrupto…  por lo que cualquier parecido con la realidad, es sólo mala suerte o mera coincidencia… 

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