Un ariete rocoso, porongo aborigen, cautela usos y costumbres serranas en la rinconada del camposanto ribereño. Cuando  las vides de la primavera ya muestran pámpanos ensortijados en la varas crecederas. Donde aún recuerdan las danzas de los bailahuenes y las chinchillas temerosas. Al pasar por el camino... El mundo de la naturaleza debería orientar el respeto por la vida animal, especialmente de las especies en extinción; hay evidencias de esta preocupación a todo nivel con los recursos necesarios o sin ellos. La falla, al parecer, reside en la conciencia valorica de cada ser humano. La Educación humanística y generosa aporta aquello de los antivalores y valores: odio-amor; muerte-vida y otros. La muerte de un bisonte llega por las informaciones periodísticas - Diario “El País”, España (L-19-9-16) -, sorprende. Al sur, “Chañarcillo” diario regional de Atacama, Chile -Martes 20 de Septiembre adelanta noticias sobre el Carnaval en que el toro Pullay cobra vida y luego muere en forma sobrenatural entre su gente. ¿Cuánta diferencia? Los diaguitas de Tierra Amarilla tienen las respuestas. Pero, habíamos quedado con aquello de “ariete” de rocas. Y. éste no es otro que el cerro “Porongo” ubicado en la cordillera diaguita, por la ribera norte del río Elqui, entre Gualliguaica y Rivadavia. Así, en esta franja serrana de mediana altura y por unos veinte kilómetros aùn vive, parte, de la fauna y flora del ayer. Abajo, el camino rural y el callejón renovado que llevan al cementerio de Diaguitas. El temerario autor de esta nota, compuso una canción: Caminos viejos. Al pasar por el camino, / por ese camino viejo; / asoman las ramas de higueras / con sus troncos muy añejos. / ¡Higueras, Pimientos, /Chañares en el matorral! / Y junto a “La Piedra de Plata” / qué historias nos van a contar: / De ese chanchito muy negro que se revuelca en el suelo / o de esa gallina clueca... / cantando con cien polluelos; / de esas parejas que pasan / tarde muy tarde la noche... / de esas parejas que pasan / y se funden en la oscuridad.   

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