Al igual que en un partido de futbol, cuando nuestro equipo no juega bien, sin coordinación entre sus líneas, cada jugador trata de ganar el partido solo, lo que hace disminuir fuertemente el apoyo de la hinchada, quienes junto a dirigentes del equipo, la prensa especializada, comienzan primero a mirar a la banca, al DT, luego a pedir y para terminar exigiendo cambios en el equipo; Todos sabemos que cuando el DT realiza oportunas sustituciones, en el minuto adecuado, bien pensadas, incluso sacando de la cancha a sus “supuestos regalones”, solo pensando en el buen funcionamiento personal y colectivo de su equipo, incluso jugándosela con nuevas caras, frescas, no por ello ineficaces, que tal vez esperan su “gran oportunidad” para “romperla”, definitivamente puede dar vuelta el partido y terminar ganándolo, por el contrario demorar los cambios, no escuchar el clamor de la hinchada en general, tal vez para no sentirse manipulada, intentar reacomodos entre los ya muy desgastados jugadores que están en cancha ó simplemente no hacer los cambios, no solo podría perder el partido a título personal, sino que arrastraría a los hinchas a vivir nuevas frustraciones; Cuando esto ocurre en un escenario político, digamos de gobierno, es igual de complejo, son los mismos personajes, pero con otras atribuciones, en este caso dirigentes, partidarios y adversarios de la NM, la prensa especializada, la mismísima Sra. Juanita, esperan cambios en el equipo, hartos cambios y comienzan a mirar a La Moneda, Chile necesita dar vuelta el partido, para ganarlo, aún queda casi un tiempo completo…, ¡Vamos Chile que se puede!

Luis Enrique Soler Milla

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