legó el 2 de julio de 2017, con una curiosa coincidencia asociada a dos noticias positivas. La selección chilena de fútbol tendrá, paralelamente, la final de la Copa Confederación en Rusia, donde enfrentará a la poderosa selección de Alemania; durante la misma jornada se realizarán las elecciones primarias para definir a los candidatos presidenciales de Chile Vamos y del Frente Amplio. Curioso, incluso genera problemas, pero es necesario enfrentar el asunto con sensatez.Durante muchas décadas vivimos el deporte con triunfos morales y derrotas reales, fracasos repetidos y copas mundiales sin Chile presente. La Copa de España 1982 fue el símbolo de una época: tres derrotas, cero punto, un penal fallado y un triste y rápido regreso a casa. Los niños de aquellos tiempos se acostumbraron a ver de lejos el fútbol mundial, celebrando poco, apenas algunos torneos locales.Desde hace años la situación cambió, felizmente para mejor: Nuestra selección fue campeón de América, va a los mundiales y ahora disputa la final de la Copa Confederaciones. Tiene figuras de nivel internacional que triunfan en las mejores ligas del mundo. El pueblo está feliz, celebra y hace asados, los niños siguen a sus ídolos, aparecen memes burlándose de los tradicionales adversarios y de los mejores jugadores del mundo. Quizá lo único malo es que esta final coincide con las elecciones primarias, lo que ha disminuido el interés político, afectando la participación ciudadana. La democracia, a diferencia de otros sistemas, requiere participación: opinar, votar, abrir espacios, discrepar con respeto. Por eso la alegría del fútbol no debe ser la contrapartida de una triste democracia. Por el contrario, si algo tienen en común esta final de fútbol y las elecciones, es que son dos formas de vivir el patriotismo: apoyando a la Roja con la ilusión de ser campeones nuevamente; yendo a votar para tener una democracia más sólida y un país mejor. En la vida hay muchas cosas importantes y debemos dedicar tiempo y esfuerzo para sacar adelante a la familia o para desarrollar un trabajo profesional. En la vida social también hay cosas relevantes, como el fútbol y el sistema democrático. Con inteligencia y compromiso, es posible enfrentar los desafíos en la cancha y en las urnas. 

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