La comuna de Coquimbo acaba de celebrar su 149° aniversario. Sin duda una fecha importante para los coquimbanos.  
Ahora y aprovechando esta fecha, debemos reflexionar sobre los desafíos que tiene la comuna. 
Se han realizado obras, sí, varias. 
Así, por ejemplo, durante el mandato del Presidente Piñera, se concretó la adjudicación de la Ruta 43, que genera un mejoramiento increíble para los habitantes de Pan de Azúcar. Se licitó y adjudicó el paso sobre nivel Juan Antonio Ríos;  Se financió la pavimentación de la avenida Los Lagos; se construyó el paso sobre nivel Peñuelas; se licitó y adjudicó el Puerto; se construyó y entregó el muelle de Guanaqueros; se construyó la doble vía La Cantera; se dio solución a las casas polilla; se adjudicaron subsidios habitacionales, como nunca antes; se dio solución real a una serie de campamentos; en fin se hizo una serie de obras destinadas a mejorar la calidad de vida de sus habitantes. 
En definitiva, acá hubo un trabajo transversal, para sacarlos adelante. 
Ahora bien. ¿Qué viene para la comuna? 
Espero que quien asuma la jefatura alcaldicia ojalá no se quede sólo en las promesas. La pega que se le viene es tremenda, porque o sino todo lo que se ha realizado quedará obsoleto en el corto plazo. 
Así, creo que hay que poner muchas energías en el sector de Tierras Blancas, donde ya se supera la cantidad de 80 mil habitantes.
 Se debe pensar en concretar el nuevo cesfam, hay que hacer al menos dos nuevos accesos, sea mediante la modalidad de paso sobre o bajo nivel, tanto en Avenida Talca como también en el camino a San Ramón. 
Se debe proyectar la incorporación de una oficina de Registro Civil, de una delegación municipal que incluya la mayor cantidad de servicios y elevar el rango de la unidad policial del sector. Se debe hacer un trabajo de arreglo y ampliación de calles y se debe tomar el toro por las astas en materia de plazas.
 Lo mismo debe proyectarse en los sectores de San Juan y Sindempart. Esa es la manera también de desconcentrar la parte céntrica de la ciudad, disminuyendo las congestiones vehiculares y disminuyendo los riesgos de delitos en esos sectores. 
Asimismo, tema especial debe ser la inclusión y preocupación de Tongoy, Guanaqueros y Puerto Aldea, porque no puede reducirse sólo a la época estival. Si no, que se deje a sus habitantes decidir por ellos. 
Pan de Azúcar requiere con urgencia la modernización de su Cesfam y de una unidad policial, que tenga presencia en el sector. 
Bueno, estos son algunos de los pocos desafíos que se necesitan y espero que quien asuma los haga.
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