Cuando visitas las distintas ciudades y localidades de la Región de Coquimbo, toda esa gente “de a pie” se queja de la situación que estamos viviendo en la zona. Mejor dicho, en las regiones en general. Lo hemos dicho en muchas oportunidades, Santiago no es Chile, sólo su capital. Digo esto, porque esta semana, una noticia que “pasó piola”, fue que se dieron a conocer los índices de crecimiento de las regiones, cuyos resultados calzan a la perfección con esa temperatura negativa y pesimista que se siente en el ambiente. Lamentablemente, atrás quedaron los años de abundancia y positivismo, que durante el gobierno del Presidente Sebastián Piñera existía en materia económica, laboral, de crecimiento, de inversión, en definitiva, ese síntoma de mejoramiento de la calidad de vida de nuestros compatriotas. En efecto, a nivel regional, el resultado que mostró el INE (Instituto Nacional de Estadísticas) fue realmente desastroso, ya que el crecimiento fue de -1,4%. Ahora bien, esta cifra es realmente desalentadora, ya que será muy difícil remontarla en el corto plazo y eso en la práctica no es un número o una cifra, sino que son familias con alguno de sus miembros desempleado o trabajando por el sueldo mínimo o “por cuenta propia”, como le encanta a este gobierno. Lo anterior se ratifica con los índices de desempleo que tenemos en las 2 grandes ciudades de la Región, donde ambas superan las 2 cifras. Por otra parte, durante los 3 últimos años, el promedio de crecimiento de la región fue del 0,5%,  es decir, nos estancamos durante 3 años y parece que este cuarto va a ser idéntico. Si comparamos estas cifras con las del gobierno del presidente Piñera, sin duda la diferencia es demasiado grande, ya que entre el año 2010 y el 2013, crecimos al 6% promedio anual. Estas cifras no sólo son propias de esta Región, las otras también se encuentran en esta deplorable situación. Así las cosas, Arica y Parinacota decrecieron un -2,8, Antofagasta creció un 0,3; Valparaíso, un 0,9; O’Higgins, un 4,9; Biobío, un 1,2; Araucanía, un 4,1; Los Ríos, un 1,1; y Los Lagos, un -3,0. Uno se preguntará el porqué de estas cifras. La respuesta es bastante simple, y en general todos lo advertimos desde un principio. Las improvisadas e ideológicas reformas de la Presidenta Bachelet y del Gobierno de la Nueva Mayoría, las cuales en forma disciplinada y mayoritaria fueron aprobadas por todos sus diputados y senadores que forman parte de su Gobierno.  Digan lo que digan y les echen la culpa a otros, este gobierno ha sido el responsable de lo que estamos viviendo. Por eso, como dice el título de esta columna, Presidenta, “desde regiones te damos las gracias”. 

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