Esta semana que pasó, pudimos ver por la prensa como este gobierno no solo ha perdido la brújula respecto de los temas económicos, educacionales y sociales. Ahora quedó demostrado que  también  la perdió en materia de gestión de gobierno. Lo de los camioneros simplemente fue un chascarro tras otro y lo peor aún, un pésimo atropello para la democracia, porque lo quieran o no los gobernantes, el derecho para manifestarse en forma pacífica se debe respetar en las buenas o en las malas. Pero como es un tema sobradamente conocido por el lector, hoy quiero aprovechar la tribuna que me brinda este medio para meterme de lleno en el tema de la desigualdad. En esta materia muchos hablan teóricamente de como derrotarla, pero muy pocos hacen algo por superarla. Es por eso que hoy tomo como ejemplo lo que hizo el presidente Sebastián Piñera y su equipo, para que se empezara a emparejar la cancha, pero para arriba. Primeramente señalar, que en su gobierno una de las primeras medidas para derrotar la desigualdad fue empezar a internalizar el concepto “Oportunidades”. 
La idea del presidente Piñera, siempre ha sido que todos los habitantes tengamos un mejor horizonte en nuestro quehacer diario, de manera de mejorar todos nuestra calidad de vida. Lo hizo en materia económica donde se autoimpuso que el país creciera un 6% anual, muy por sobre el 2% que se crecía en la administración anterior de la actual Presidenta, que logró volver a esa cifra. No olvidemos que mientras esto ocurría además se dedicó a reconstruir la mitad de nuestro País. Asimismo, se autoimpuso crear un millón de empleos, de manera que todos pudieran optar a un trabajo digno y de calidad. Adicionalmente, con el cumplimiento de las 2 metas anteriores, se comenzó a invertir fuertemente y quienes ya estaban en el mercado laboral podían elegir mejores empleos y mejores sueldos. Demás está decir que la mayor demanda de empleos es la mejor receta para eliminar el sueldo mínimo. 
Por otra parte, en materia de emprendimiento, como presidente se preocupó que todos aquellos que quisieran desarrollar sus ideas y negocios, por más pequeños que fueran, pudieran acceder a los programas de fomento que realizaban Corfo, Sercotec o Fosis y lo más importante, sin distinguir si eras de tal o cual tendencia. En materia de extrema pobreza y consecuencia de las medidas antes señaladas, se redujo está a niveles históricos, donde el concepto  “oportunidades” era la piedra angular de su programa, para que esos Chilenos que viven con luca diaria, pudieran salir adelante pero con la particularidad de que el objetivo primordial era que no cayeran de nuevo en ese segmento. Con la educación impulsó los liceos Bicentenario y la obligatoriedad del Kínder, porque de esa manera desde chiquititos se creaban oportunidades para todos, sin distinción. Aprovechó el crecimiento y la inversión, de manera que como gobierno pudiéramos empezar a saldar las deudas históricas con nuestros jubilados con la eliminación del 7%  y con las familias chilenas con la extensión del post natal a 6 meses. Generar Oportunidades fue la receta para hacer de Chile un país más justo y más igualitario, pero mirando hacia arriba, de manera de conseguir el objetivo final que es alcanzar el desarrollo económico, cultural, social y laboral, lo cual hoy se ve día a día más lejano.
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