En 1977 se instaura el 8 de marzo como día oficial de conmemoración a favor de los derechos de la mujer, espacio que desde entonces celebra los logros en materia de igualdad, pero principalmente, que visualiza las brechas persistentes para la construcción de una sociedad que garantice la participación política, civil, económica, social y cultural de niñas y mujeres.  El contexto de pandemia actual, ha implicado un retroceso de 10 años en materia de igualdad económica y laboral de las mujeres. Las medidas sanitarias recrudecieron las cargas asociadas a la feminización de los cuidados domésticos y no remunerados, y aumentó el desempleo y empobrecimiento femenino, especialmente en mujeres en situación de pobreza y marginadas. Por otro lado, a nivel mundial más del 70% de quienes se desempeñan en los sectores de salud y apoyo psicosocial son mujeres, convirtiéndolas en la primera línea del abordaje de la pandemia, aumentando su riesgo de contagio, pero no así su representatividad en los procesos decisionales de la política pública.El llamado para este año, se centra en reconocer los liderazgos femeninos en la crisis sanitaria con miras a un futuro igualitario en la respuesta y recuperación social ante la pandemia; donde mujeres y niñas sean partícipes efectivas de las decisiones en todas las esferas de sus vidas, públicas o privadas, apuntando hacia la igualdad salarial, la distribución equitativa del cuidado y el fin de toda forma de violencia contra mujeres y niñas.Diana Cornejo Díaz, Secretaria Académica Escuela de Psicología Facultad de Salud y Ciencias Sociales UDLA - Directora CEIIES

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