El reconocido maestro de ética periodística, el colombiano Javier Darío Restrepo, ha dicho que en “la relación entre ética y ley… debiera predominar la ética, y (que) si todo el mundo fuera ético no se necesitarían las leyes. Las leyes se necesitan cuando alguien no quiere ser ético y está perjudicando el bien de la sociedad”.Esta convicción estuvo detrás de la decisión de los dirigentes de la Federación de Medios de Chile cuando echaron a caminar el Consejo de Ética. Desde entonces, en paralelo con el Tribunal de Ética y Disciplina del Colegio de Periodistas, los profesionales de la comunicación hemos tratar de asegurar un ejercicio responsable de la libertad de expresión. En más de una oportunidad he reiterado mi pensamiento de que un trabajo periodístico ético descansa sobre la base de la búsqueda de la verdad y en el respeto de la dignidad de las personas. Pero requiere, igualmente, el respaldo de los propios periodistas y los medios.Ese es el motivo por el cual esta semana, con fecha 29 de noviembre, he presentado mi renuncia a la presidencia del Consejo de Ética de la Federación de Medios.La razón es lo que considero un insuficiente respaldo a la labor del Consejo de Ética, cuestionado gravemente por un editorial del diario La Tercera con ocasión del fallo sobre la denuncia contra la revista Qué Pasa. En dicho comentario se acusó al Consejo de poner en riesgo la libertad de expresión. Como precisó el actual presidente de la Federación de medios, Luis Pardo, “las instituciones de autorregulación se originan desde los medios libremente y su primera responsabilidad es respecto de sí mismos. La autorregulación es una fuerza de carácter moral… El carácter propio de la autorregulación es ético”.Confío en que, más allá de esta coyuntura, en definitiva la idea original se verá fortalecida. 

Autor

Imagen de Abraham Santibáñez Martínez

Secretario General del Instituto de Chile. Miembro de la Academia Chilena de la Lengua.Premio Nacional de Periodismo 2015

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