Este verano, como todos los años, asistiré a la tradicional Feria del Libro de La Serena, que se realiza en la Plaza Gabriel González Videla. En esta ocasión presentaremos una obra de la cual soy Director general: la Historia de Chile 1960-2010, editada por el Centro de Extensión y Estudios de la Universidad San Sebastián. Las actividades de este tipo son excelentes para conocer autores, compartir con amigos, ver las novedades editoriales y comprar libros. Nada tendría sentido si no entendemos el placer de la lectura, la posibilidad de acercarnos a obras de ficción o históricas que nos permitan recrear en nuestras vidas los sucesos y circunstancias de otros, la certeza de que leer es una gran oportunidad para crecer como personas. Chile, felizmente, es un país prolífico en poetas: en el siglo XX dos compatriotas obtuvieron el Premio Nobel de Literatura, Gabriela Mistral y Pablo Neruda, en lo que es un gran reconocimiento universal de las letras. También tenemos destacados novelistas y sabemos que hay historiadores de gran nivel. Sin embargo, todavía perviven algunos problemas que urge revertir, como es la falta de lectura en la población. Muchas veces se dice que esto se debe en parte a los altos precios de los libros o a las pésimas experiencias en la educación formal. Algo de esto puede haber. Sin embargo, lo fundamental es cambiar el tema de fondo, contagiar la pasión por la lectura, acercarse a los clásicos de la literatura pero también a los escritores actuales.En definitiva, se trata de comprender que leer nos puede hacer más humanos y, en el camino, nos puede dejar muchas horas de placer. Y la Feria es una gran ocasión para emprender nuevamente esta hermosa actividad.

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