Cuando nuestro Contralor Jorge Bermúdez, cita algunos malos tratos  sancionados por el “Reglamento de corridas de vaca” emanado por la Federación de Rodeos de Chile, luego de dejar sin efecto ordenanza municipal de Recoleta que  prohibía el rodeo dentro de sus límites,  como el tirarle la cola al novillo ó castigarlo con la espuela, entre otros, olvidó mencionar los “brutales y desenfrenados caballazos” propinados por el jinete debidamente aperado “con botas y sombrero de huaso” montado en un caballo, también víctima,  al desafortunado novillo, que aunque no estén mencionados en el citado reglamento, por misericordia al vapuleado novillo ameritaba que fueran aludidos...

“Nunca se sabrá lo que vive, siente y sufre el pobre novillo, mientras no se tome su lugar en la media luna mientras es acorralado y atropellado”

Luis Enrique Soler Milla

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