No es un secreto para nadie que este año ha sido complejo, desde el punto de vista comercial y productivo. Numerosas actividades económicas se han visto perjudicadas por la emergencia sanitaria que golpea a nuestro planeta y la pesca no ha sido la excepción. Sin embargo, la actividad ha dado pasos importantes a pesar del contexto global, apuntando principalmente a la economía circular, la innovación y la transformación tecnológica. Todo aquello ha avanzado de la mano del programa Transforma MÁSMAR, fuente de agregación de valor, apoyada por Corfo, que impulsa y colabora con la productividad de la pesca artesanal e industrial, acuicultores, algueros, entre otros, con el objetivo de potenciar el sector, el cual es altamente competitivo. A partir de aquí, se han conseguido importantes apoyos logísticos y presupuestarios que han dado frutos, tales como la planta Crustanic, de la empresa coquimbana Rymar, quienes, a través de la investigación y la innovación, han incrementado drásticamente el porcentaje de aprovechamiento de la materia prima del camarón, dando paso a valiosos productos con aplicaciones en la gastronomía, la agricultura y otros.Este ha sido un precedente que queremos marcan en nuestra región, apoyando a todo aquel productor que quiera volcar su actividad hacia lo circular, lo cual le brindará un alto valor agregado a sus productos y hará más sustentable nuestros recursos naturales y nuestras industrias. Como Corfo Coquimbo, siempre hemos apostado por una transformación no solo con miras a la tecnología, sino que también al cuidado del medioambiente, construyendo y potenciando industrias amigables, modernas y responsable de sus actividades, en cada etapa de su ciclo productivo. Solo queda reiterar la responsabilidad de cada uno de nosotros por preferir productos provenientes de la economía circular, lo cual puede parecer un grano de arena, pero hay que recordar que cada elección marcará la diferencia. 

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