Por Sergio Gahona S... el Mar, 21/07/2015 - 12:05
Después de semanas en que los trascendidos hablaban de cambios en las autoridades regionales, finalmente el Ejecutivo concretó el cambio de algunos Intendentes, dentro de los cuales se produjo la salida de la autoridad de la Región de Coquimbo. Nuestra mayor preocupación es que en el período que le resta a este Gobierno para terminar su gestión, efectivamente se logren revertir los indicadores económicos, de desarrollo y crecimiento, de una región que ha mostrado sistemáticamente en los últimos meses, los peores índices del país.
Estos resultados son altamente dañinos para una región que en el Gobierno del Presidente Piñera, habíamos logrado posicionar en un proceso sostenido de crecimiento, lo que nos permitió desarrollar una importante carpeta de proyectos de desarrollo en los más diversos ámbitos y dejar encaminadas una serie de otras iniciativas, que requerían evidentemente una gestión eficiente para su concreción.
Y ese es el punto más crítico de lo que hoy vemos, porque nos estamos enfrentando a nivel nacional, con los efectos negativos de una estrategia que ha sido nefasta para el desarrollo del país, con todas las repercusiones que tiene a nivel de las regiones. Hemos pasado en poco más de un año, de ser un país modelo en términos de crecimiento y confiabilidad en el mundo, a los niveles más bajos de credibilidad y confianza, especialmente para los grandes inversionistas mundiales, con el negativo efecto que esta situación está teniendo para el empleo, la inversión y lo que es más grave, la posibilidad real de llevar a cabo los proyectos prometidos.
Entonces la pregunta obvia es ¿servirán de algo los cambios de autoridades regionales? Personalmente tengo mis dudas, si el Gobierno será capaz de hacer los cambios de rumbo necesarios para enmendar los errores y recuperar la confianza de la ciudadanía, que ya no cree ni en la Presidenta ni en sus promesas.
Es necesario entender que éste debe ser un esfuerzo conjunto de todos los sectores políticos; con un Gobierno que cuenta con un bajísimo porcentaje de adhesión, la Oposición ha estado siempre dispuesta a colaborar. No es momento de divisiones mezquinas y miradas politizadas; es tarea de todos recuperar el desarrollo que el país necesita.