Cada día nos siguen sorprendiendo las noticias sobre los niños del Sename: ha muerto cientos de ellos y muchos han sufrido maltratos, lo que sigue provocando pena e indignación. Sin embargo, las reacciones requieren de medidas urgentes y concretas, que pongan a los niños como prioridad nacional y que mejoren su calidad de vida y oportunidades hacia el futuro.El Sename debe dejar de ser ya la institución politizada y decadente que hemos conocido. Sin duda ahí trabaja mucha gente valiosa y esforzada, que hace un gran bien: ellos deben ser parte de la formación de una institucionalidad moderna y al servicio exclusivo de quienes requieren de un apoyo que les ayude en las circunstancias difíciles de su vida y les permita una inserción social adecuada. Para ello creo que una fórmula correcta sería contar con un modelo como el del Banco Central, con gente de primer nivel, sin dependencia del gobierno de turno, con estándares de gestión elevados y con recursos adecuados a su importante labor (destinados a los niños, no a una nueva burocracia).El Instituto Nacional de Derechos Humanos observará al Sename, acusando una falta de profesionalización en el sistema de protección de menores. Algo es algo. Sin embargo, los recursos prometidos para el 2017 son escasos y distan de considerar a los niños como prioridad nacional, frente a otras áreas que gastan en exceso, tienen justificaciones políticas o ideológicas más que representar una urgencia social, y que serían perfectamente prescindibles en un esquema que vuelva a pensar el problema en serio.La nueva institucionalidad del Sename, la superación de los graves problemas que lo aquejan y los recursos que necesita para llevar adelante una tarea con calidad, requieren un gran acuerdo nacional, y todos deberían estar disponibles para ello. Necesitamos poner a los niños en el corazón del progreso social de Chile y revertir la situación actual. Para ello se necesita que instituciones como el Sename cuenten con la mejor gente, que su personal sea bien remunerado y su institucionalidad no sea politizada. El tema de fondo es abrir a los niños un futuro de oportunidades y dejar en el pasado el historial de muerte y maltratos que nos han llenado de vergüenza.

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