Un gran amigo colombiano me envió esta oración que refleja el drama que vive ese país hermano, prácticamente dividido en dos. Desde lejos vemos los esfuerzos que se hacen por unir a las personas y también somos testigos de que la mayoría no lo quiere así en un plebiscito. Ellos sabrán por qué. Nosotros a la distancia somos mudos testigos de lo que ocurre en Colombia a la luz de lo que nos muestran los canales de Televisión, las radios y los periódicos. Solo los invito a pensar, mis queridos lectores, una vez que lean el Padre Nuestro Colombiano.“Padre nuestro dime quien puede explicarle a los niños de aquí. Tanta violencia, tanta tristeza, que ya no hay donde jugar por ahí. Porque los ríos se están secando, porque en la Tele tan solo se ve guerras y gente que está llorando por una droga que hace morir. Padre nuestro dime quien puede acercar a los hombres aquí, para que cambien amor por flores, bombas por trigo, verdura y maíz. Padre nuestro dame una pista dime la forma de sonreír, de no perderse en esta jungla de odio y miseria que no tiene fin. Tu que escuchas, tu que me entiendes. Vuelve a sembrar la tierra de paz. Tu que estas siempre cerca de todos, haz que en los hombres prevalezca el amor.Padre nuestro abre los cielos para que caigan semillas de ti y que en los ríos vuelvan los peces y que en la tierra se pueda vivir. Padre nuestro dime quien puede acercar a los hombres aquí. Te lo pedimos y has que en los hombres renazca el amor”. Hasta ahí la oración.Ojalá que en nuestra patria nunca suceda algo similar, donde el odio, la violencia desatada, la falta de respeto, la pérdida de los valores, las ansias de poder, la corrupción y otros tantas malas accionen  que aparentemente nos aquejan, se vayan apoderando poco a poco de nosotros como sociedad. No nos vaya a suceder como el cuento de la rana dentro de una olla con agua, la que se fue calentando de apoco y de repente no se dio cuenta que se había cocinado. 

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