Como lo escribiéramos en columnas anteriores, en nuestro sector, no hay  plan B. Sebastián Piñera, es el líder y figura indiscutida de la centro derecha. Todas las encuestas de esta semana, en especial la CEP, le otorgan el primer lugar no sólo en materia de intención de voto, sino que además la mayoría de los chilenos cree que será el próximo presidente de Chile. Sin duda, estos datos son muy buenas noticias, ya que por una parte afianzan su figura como referente y líder del sector y por la otra el ciudadano de a pie, no se dejó encandilar con la seguidilla de actos injuriosos y calumniosos en su contra, que desesperadamente, sabemos quienes, lo hacen para enlodar su imagen. Ahora bien, estos datos se condicen con lo que uno escucha y ve en la calle, toda vez que Sebastián Piñera, definitivamente es el candidato de los Trabajadores y de la Clase Media. Es el candidato de los Trabajadores, porque sin duda alguna, durante su gobierno el crecimiento económico y la confianza en la inversión, generaron un círculo virtuoso donde el empleo no sólo estuvo enfocado en la creación de los mismos, con contrato formales y cumpliendo con las leyes sociales, sino que también significó un aumento real de las remuneraciones y la creación de oportunidades para todos quienes ya tenían uno.  Al mismo tiempo, hoy es el candidato de esa gran clase media chilena, ya que ella ve en la persona de Sebastián Piñera la capacidad, la fuerza, la inteligencia y la decisión de poder revertir todo el daño que las reformas educacional, tributaria y laboral del gobierno de la Nueva Mayoría le ha hecho a este segmento de la población, donde los padres perdieron la facultad de elegir donde estudian sus hijos; fueron privados de uno de los escasos subsidios que les otorgaba el estado a través del copago en la educación; tienen que pagar Iva por la compra o venta de viviendas; les encarecieron los costos de los créditos; perdieron significativamente su capacidad adquisitiva, ya que los sueldo dejaron de crecer de la forma que ocurría hace tan solo 3 años; les generaron inestabilidad de sus puestos de trabajo; los privaron de los exitosos liceos Bicentenarios; les incumplieron en materia de infraestructura de salud, etc.  Pues bien, este año tendremos que elegir que caminos tomaremos como país, ya sea eligiendo la senda que representa Sebastián Piñera, destinada a corregir el desastroso rumbo por el que nos llevó el gobierno de la Nueva Mayoría y al mismo tiempo recuperar lo exitoso que fuimos como país o bien elegir el actual camino de la nueva Mayoría que ha demostrado sus nefastos efectos. En conclusión, como Piñera es el candidato de los trabajadores y de la clase media, no me cabe duda que será él quien liderará este país en los próximos 4 años.  

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