En las elecciones presidenciales de finales del 2013, como sector nos enfrentamos a una candidata que era un tremendo fenómeno. Tenía una fuerza que equivalía a un tsunami, que nos arrasó en la elección presidencial y en la parlamentaria, haciéndonos perder un senador en la zona y varias diputaciones a nivel nacional.Sin embargo, hoy, después de las municipales, vemos que a pesar de la fuerza con la que irrumpió, ha comenzado a retirarse el agua y la fuerza de esa resaca es equivalente a la fuerza de la ola. Lo anterior consta en todos los episodios que han ocurrido en estas 2 semanas pos municipales,  donde la democracia cristiana congela relaciones con su Gobierno. El Partido Radical hizo lo propio, tratando de desmarcarse también de su gobierno. Los diputados de la Nueva Mayoría rechazan las propuestas del Ejecutivo. Sus parlamentarios y dirigentes se desentienden de las reformas laboral, educacional y tributaria, que ellos mismos aprobaron, etc. Se percibe que muchos están abandonando el barco. Ahora bien, desde la perspectiva de mi vereda, se puede apreciar que, hoy por hoy, se ha producido un vuelco virtuoso, es decir una tendencia positiva, que esperamos culmine en noviembre de 2017, cuando como Chile Vamos, ganemos la elección presidencial y logremos la mayoría en el Congreso.Estamos prácticamente a 365 días de la elección y para este gobierno se inició la cuenta regresiva. Esto uno lo puede decir, porque después de los resultados de las municipales, el famoso 4 a 0 se dio vuelta en un 4 a 0 a favor. En alcaldes, Chile Vamos le ganó a la Nueva Mayoría. Los representantes de nuestra coalición gobiernan a más del 50% de la población del país. En concejales, la brecha de 17 puntos que existía en las municipales del 2012 se redujo a 7. La mayoría de las capitales regionales y comunas emblemáticas se ganaron.  En fin, los números son clarísimos. Sin embargo, para lograr el éxito de noviembre es necesario que se mantenga la unidad, porque cuando como centro derecha trabajamos unidos, el sector gana. Ya lo hicimos el 2009 con el presidente Piñera y lo vamos a repetir el 2017, también con Sebastián Piñera. Por lo anterior, todos quienes nos consideramos parte de este sector, tenemos la obligación de trabajar incansablemente para que Sebastián Piñera salga electo y así se pueda recuperar el rumbo normal y exitoso del país. Lo importante es que se consolide la unidad para cumplir este objetivo. Si hay que competir en la interna, compitamos, pero con altura de miras, liderando un colectivo o ideario común y en pos de la unidad. Como dice el viejo dicho popular, “en la cancha se ven los gallos” y no me cabe la menor duda de que en nuestro sector, el más “gallo” es el expresidente Piñera. 

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