Claramente el Presupuesto del año 2016 que la Presidenta dio a conocer esta semana y que ingresó como proyecto de ley al Congreso Nacional estará centrado en la reconstrucción, y no puede ser de otra forma. Esto está en sintonía con la solicitud que hicimos al Ministro de Hacienda respecto a mantener en ejecución todos los proyectos emblemáticos en cada una de las comunas de la región y financiar el proceso de reconstrucción con nuevos recursos desde los diferentes ministerios.
El presupuesto del 2016 considera 321 mil millones de pesos para la reconstrucción de todas las regiones afectadas por distintas catástrofes naturales en el país, y será nuestro deber como parlamentarios esforzarnos para que una importante cantidad de esos recursos se destinen específicamente a la reconstrucción de la región de Coquimbo, sin desviar fondos de los programas que cada ministerio tiene permanentemente en ejecución.
Junto con la reconstrucción, me parece que responde adecuadamente a lo que exige la ciudadanía el priorizar la seguridad ciudadana, con un aumento de recursos para programas de prevención, el aumento de 6 mil Carabineros y mil 200 efectivos de la Policía de Investigaciones. Lo mismo en materia de salud, con los 350 nuevos especialistas que la Presidenta anunció para los hospitales públicos, junto con la formación de mil especialistas adicionales. Y también, avanzando hacia la gratuidad en educación de calidad, sin discriminación y proponiendo desde la DC incluir a quienes asisten a Institutos Profesionales.
Tras el terremoto y tsunami hay que levantar nuevamente viviendas, reconstruir infraestructura vial y turística, puertos y caletas, reponer embarcaciones y potenciar nuevamente la acuicultura, inyectar recursos a las Pymes, al comercio y a la pequeña minería, junto con reactivar proyectos que ahora más que nunca son una necesidad, como la segunda y tercera torre del hospital de Coquimbo y el CDT del Hospital de La Serena. Y debemos tener claridad en que no enfrentamos un solo terremoto, ya que seguimos viviendo en sequía, lo que significa que se debe seguir desarrollando una fuerte inversión para asegurar el desarrollo de quienes dependen de la agricultura.
En el presupuesto de 2016, la región de Coquimbo debe verse favorecida. Tras el terremoto de 2010 fueron numerosos los proyectos que se postergaron y ahora es cuando el resto del país debe devolver el gesto de generosidad que permitió avanzar en la reconstrucción del centro sur del país.
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