La Presidenta Bachelet dió a conocer su itinerario para elaborar una nueva constitución. La propuesta comienza con algo imprescindible, una campaña de educación cívica, que se realizará hasta marzo de 2016 y que permitirá explicar la importancia de esta discusión. Buena parte de la ciudadanía desconoce hoy el rol de órganos y autoridades, los derechos y deberes que tenemos y, más aún, la relevancia de lo público, de aquéllo que es común a todos y que nos afecta en el diario vivir.
Entre marzo y octubre de 2016, tendrán lugar diálogos ciudadanos a nivel comunal, provincial y regional. Fruto de ello, en el segundo semestre de 2016, se elaborará un informe, las Bases Ciudadanas para una Nueva Constitución, que recopilará las principales proposiciones que surjan.
Asimismo, en el segundo semestre de 2016, se enviará al Congreso Nacional un proyecto de ley que permitirá habilitar al próximo Parlamento -que elegiremos el 2017, ya sin binominal y con un sistema transparente de financiamiento- para decidir, por 3/5 de sus miembros, entre cuatro opciones para elaborar la nueva constitución: una Comisión Bicameral, compuesta por diputados y senadores; una Convención Constituyente Mixta, conformada por ciudadanos y parlamentarios; una Asamblea Constituyente o un plebiscito para que sean los ciudadanos quienes elijan entre estas opciones.
Durante el segundo semestre de 2017 la Presidenta Bachelet enviará al Parlamento un proyecto de reforma constitucional que exprese las Bases Ciudadanas y que servirá de orientación a la discusión que se realice -ya el 2018- por la instancia que el nuevo Congreso Nacional decida, entre las opciones señaladas. Una vez acordado un texto, será ratificado en un plebiscito.
Como es evidente, se trata de un desafío de gran envergadura y que no puede resolverse en unos cuantos meses. Tardará algún tiempo, pero es imprescindible comenzar. Merecemos una Nueva Constitución, elaborada en democracia y con participación de todos
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