Hace poco, los supermercados de una cadena nacional, comenzaron a restringir el uso de bolsas plásticas. No más de tres por persona. Me recuerda cuando niño acompañaba a mi abuela a comprar y teníamos que llevar bolsas o bien nos daban envoltorios de papel. Claro que no había supermercados. En fin, todo esto redunda en la voluntad de no llenar con mas plástico el planeta, porque su eliminación dura muchísimos años. Por algo se empieza. También esto influye en la basura porque todas estas bolsitas, al final llegan al vertedero, la calle, la carretera o la playa, según el grado de educación del usuario. Me llamó la atención en la comuna de Ñuñoa en Santiago, las casas tienen dos tarros de basura. Uno para la reciclable y el otro para el resto. Un día pasa la basura a recoger lo reciclable y otro día el resto. ¿Qué les parece?. Además de constituir una educación a todos sus habitantes, la Municipalidad crea fuentes de trabajo, pues todo lo reciclable es elaborado por personas que luego de seleccionarlo lo comercializan, ya sea como materia prima o transformada en artículos de adorno, juguetes, etc. ¿Innovación municipal?Buen ejemplo para muchos municipios. Ah y también me llamó la atención que una vez al año está el día de “los cachureos”. Todas esas cosas que a juicio de los vecinos ya no les sirve y ocupa espacio en la casa o patio, se pone en el antejardín y la Municipalidad las retira .. Puede que algunas cosas queden para la venta de garaje, que está muy de moda en algunas partes de Chile. Lo importante es que no se ven trastos tirados en plazas, o caminos secundarios u otro basural no autorizado. Entonces, mis leales lectores, a desempolvar las bolsas de género de la abuela. Las de saco harinero son las mejores. También sirven las chilotas de yute, especialmente para las papas, zanahorias y zapallo. Feliz viaje a la futura feria ecológica. 

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