La verdad es que, como  residente de la Región de Coquimbo, entristece ver como nuestros centrosurbanos de La Serena y Coquimbo, cada día pierden esa vitalidad que hasta hace algún tiempo tenían. Unos dirán que es el progreso. otros, los Malls. El tema está en que hoy vemos cómo se fue perdiendo lo que en algún momento fueron. En el centro de La Serena, se puede apreciar que la plaza de Armas, está transformada en una verdadera feria, perdiendo todo el encanto que tiene ese recinto y su entorno. Asimismo, en sus veredas vemos como día a día se autorizan más y más stands de ventas de productos telefónicos, Tv cable, etc., lo que hace desagradable cualquier caminata para disfrutar de sus tiendas y su arquitectura. Por otra parte, la seguridad está al debe, ya que cuando pretendes tomarte un café para tener una buena conversación, estás más preocupado de que no te roben el maletín o tu celular. Para que hablar del comercio ambulante, que día a día se apropia de sus veredas. En el centro de Coquimbo, la cosa creo que es bastante más dramática, ya que no sólo el comercio ambulante hace de las suyas, sino que además hay un problema de ornato bien importante. Calles sucias, malos olores, mucha basura, etc. Adicionalmente, la delincuencia ha espantado al vecino que periódicamente visitaba su comercio y las bellezas de la ciudad porteña. El Barrio Inglés, perdió todo el encanto y el glamour que tuvo en algún momento y se entregó al lumpen y a los amigos de lo ajeno. Sin embargo, creo que esto debemos transformarlo en una oportunidad, ya que estamos en el momento propicio para rescatar estos grandes centros urbanos. En materia de seguridad, hoy existe toda una tecnología de última generación que podría erradicar la delincuencia de esos sectores, en pos de los vecinos de ambas comunas. Existe softwares de predicción y análisis de delitos; cámaras de reconocimiento facial que reconocen en tiempo real a todos los amigos de lo ajeno; drones especiales (inventados por Chilenos en EE.UU) que trabajan en coordinación con los equipos anteriores, que permiten ubicar y denunciar actos de prostitución, puntos de ventas de drogas, etc. Asimismo, a través de los Programas de Mejoramiento Urbano (PMU) de la subsecretaría de Desarrollo Regional, se puede invertir en darle una “manito de gato” a las fachadas de estos centros, de manera de embellecer esa cara visible que tienen estas ciudades. Al mismo tiempo, a través de estos mismos programas se puede trabajar en proyectos tendientes a erradicar las basuras y malos olores. Finalmente, y no menor, ambas ciudades deben trabajar conjuntamente en planes que mejoren el acceso a estos centros, de la mano con nuestros transportistas, que conocen mejor que nadie las soluciones a estos problemas. Más que mucha plata, se necesita gestión, metas y plazos, de manera de que todos en conjunto recuperemos nuestros centros urbanos, que tantas satisfacciones de esparcimiento, turísticos y comerciales nos dieron hasta hace tan poco tiempo. Espero que el segundo tiempo del alcalde Jacob y el nuevo alcalde de Coquimbo, tomen el toro por las astas y trabajen estos temas en aras de recuperarlos en el menor tiempo posible.      

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