Es inminente un segundo retiro de fondos previsionales de las cuentas de los cotizantes del sistema de capitalización individual, quedando algunos aspectos por acordar referentes a tributación, posible reintegro de los fondos y otros asuntos en discusión que podremos ver su desenlace dentro de los próximos días.

Vimos que el primer retiro tuvo amplia convocatoria e interés, más de 10 millones de cotizantes realizaron la solicitud. Algunos por necesidades económicas y de subsistencia, otros motivados por los beneficios de la liquidez inmediata y la exención de gravámenes. Indistintamente cual sea la motivación que lleva al cotizante a realizar el retiro, las personas optan por administrar su dinero ahorrado y, al parecer, valoran la seguridad de disponer de sus fondos y decidir qué hacer con ellos.

En el primer retiro aprendimos que los fondos fueron, mayormente, retirados para cumplir con deudas postergadas, suplir necesidades básicas como alimentación, servicios del hogar, estudios y vivienda, así como también para invertir en mejoramiento y reparaciones de inmuebles o ahorro para enfrentar situaciones futuras. Es de esperar que el compartimiento y la administración de los recursos en esta oportunidad, siga el rumbo responsable y precavido evidenciado anteriormente.

Una conclusión importante, los fondos previsionales proveniente del ahorro de las personas han financiado y permitido que esta crisis sanitaria impacte de manera menos drástica en la economía familiar. Lo anterior presenta un nuevo desafío para los legisladores, pues la reforma al sistema de pensiones es inminente, ya que prevé que posterior al segundo retiro aproximadamente 4,5 millones de cotizantes del sistema de AFP queden sin fondos en su cuenta lo que, sin duda, traerá consecuencias.

Jaime Vera, Académico Facultad de Ingeniería y Negocios Universidad de Las Américas

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