Lo que está pasando en la Araucanía ya supera todo orden de cosas y como chilenos no podemos quedarnos impávidos. Al contrario, debemos ser capaces de alzar la voz y en forma unitaria rechazar el terrorismo en contra de nuestros compatriotas. En ese sentido, Sebastián Piñera dijo esta semana que “los terroristas no respetan a nada ni a nadie. Cualquier democracia no sólo tiene el derecho, tiene la obligación de protegerse del terrorismo” y por ello ha propuesto que en su gobierno “se va a perfeccionar la Ley Antiterrorista para que sea aún más eficaz, estableciendo la figura del agente encubierto, del testigo protegido y de los informantes”. Ahora bien, estamos en presencia de un tema de Estado, que hoy no se enfrenta, sino que solamente se le baja el perfil. Sin embargo, en los hechos, la cosa es tal gravedad que el Ministerio Público (no el gobierno, quien sólo se sumó después) en una decisión correcta, invocó la actual Ley Antiterrorista en contra de los ataques a los camioneros perpetrados esta semana en Ercilla y Victoria. Creo que ese es el camino correcto para empezar a contrarrestar los reiterados actos de terrorismo en contra de camioneros y agricultores, quienes han sido los principales destinatarios de estos actos. En efecto, cuando uno mira las cifras entregadas esta semana por la Federación de Dueños de Camiones del Sur (Fedesur), entre el año 1997 y el año 2013, fueron atacados 88 vehículos, una cifra muy menor en comparación a los 160 ataques que se han perpetrado entre el año 2014 y hoy. En la práctica, lo que se aprecia es que durante el período comprendido entre el año 1997 y el año 2017, el 65% de los ataques ha ocurrido durante el gobierno de Nueva Mayoría. Estas cifras no son casuales y son consecuencia y responsabilidad del actuar del actual gobierno, el cual desde que asumió su mandato lo catalogó como “robo de madera”, según el subsecretario Aleuy o bien como “conflictos sociales”, como lo dijo el exministro del Interior Rodrigo Peñailillo. Incluso hoy, el ministro del Interior, Mariano Fernández, se niega a ver lo que todos vemos y pretende seguir con esa misma línea de acción, que hoy pone en riesgo la seguridad nacional, la cual es su principal responsabilidad. Ya es hora que todos, en forma unitaria y transversal, presionemos por que se adopten las medidas legales para que impere el Estado de derecho, de manera de poner fin a esta ola de ataques de carácter terrorista, que, si bien hoy afectan a un par de regiones del Sur, se puede extender a más partes de nuestro país, generando una situación de la cual será muy difícil salir. 

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