Una dura condena fue la que recibió ayer el exejecutivo del Banco Central, Enrique Orellana Cifuentes, por parte del Cuarto Juzgado Oral en lo Penal de Santiago.
El tribunal decidió condenar a 60 años de presidio mayor en su grado máximo sin beneficios por el delito de violación en carácter consumado y reiterado de sus tres hijas en el año 2010.
El fiscal Patricio Macaya dijo sentirse “satisfecho fundamentalmente por todo el trabajo realizado por la Fiscalía en coordinación con las víctimas, pero también preocupado por todas las etapas que tienen que pasar las víctimas para poder concurrir con este tipo de procesos”, precisó.
En cuanto a las acusaciones, el fiscal aseguró que Orellana “violó a cada una de sus tres hijas” por lo que el delito es más grave y recibe una condena mayor al de abuso sexual.
Durante el juicio, el fiscal Macaya expuso diversas pericias científicas elaboradas por el Servicio Médico Legal, declaraciones de testigos y peritajes psicológicos practicados a las menores, que para el tribunal acreditaron las violaciones cometidas por su padre.
Orellana, además, fue condenado a penas accesorias como la inhabilitación de ejercer cargos públicos y la prohibición de trabajar con menores de por vida. El imputado tampoco podrá acercarse a las víctimas y deberá cancelar un monto de 400 millones de pesos, luego que la demanda civil interpuesta por la madre de las niñas fuera acogida por el Tribunal.
El Cuarto Juzgado Oral en lo Penal de Santiago sentenció con 20 años de cárcel por cada una de las víctimas, que en el momento de ser violadas el año 2010, tenían tres, cuatro y nueve años.