• Más del 10 por ciento de femicidios son en contexto de pololeo.
Ante los reiterados hechos de violencia de género y la masiva convocatoria de la campaña #niunamenos, la periodista hace un llamado a unificar el movimiento femenino y legislar en materia de violencia en el pololeo.

Lucía Díaz G

El año pasado, se registraron 45 femicidios y 112 casos frustrados en Chile, quedando en evidencia un escenario para nada alentador. Frente a las preocupantes cifras, Mariana Madariaga, directora de la organización, se refiere a la necesidad de inculcar el respeto como valor fundamental entre las parejas.

La ONG Parejas sin Violencia cuenta con un total de 10 profesionales, entre los que se cuentan psicólogos, periodistas, publicistas y profesores, quienes brindan talleres de prevención a alumnos de séptimo a cuarto medio. En conversación con El Día Madariaga, alertó que “más del 10 por ciento de femicidios son en contexto de noviazgo”.

¿Cuál es la labor fundamental de la ONG?

“Entregamos información en los colegios, tanto a mujeres como hombres. Les enseñamos a los adolescentes todo el concepto de la violencia, especialmente la psicológica porque es la que está presente en esa etapa de la edad y corresponde a la primera manifestación, que lleva a agresiones físicas y posteriormente al femicidio”.

¿En qué consisten los talleres que realizan en establecimientos educacionales?

“Nosotros estamos en el primer eslabón de este círculo de la violencia. Dictamos charlas donde les explicamos la necesidad de hacer prevención en la pareja, tanto a heterosexuales como homosexuales”.

En este sentido, ¿cuáles son los principales indicios de violencia?

“La violencia psicológica es la que menos conocen los adolescentes. Ellos creen que las agresiones son sólo físicas, entonces nosotros les enseñamos que esa es la etapa casi final, ya que la violencia se presenta mucho antes por medio del control y el poder. Los primeros indicios se evidencian, por ejemplo, cuando el pololo(a) no deja que su pareja se vista de determinada manera, le controla los amigos, le revisa las llamadas del teléfono, y en casos más extremos, amenaza con suicidarse”.

“Todas estas situaciones merman en la parte psicológica de la víctima. Es ahí donde está nuestro foco de trabajo, dejando claro que esto también representa un tipo de violencia”.

¿Cuál es la realidad que han visto en los colegios?

“Nos hemos dado cuenta que la violencia es absolutamente transversal, que no tiene nada que ver con un estrato social. Preferentemente vamos a establecimientos vulnerables, pero también hemos estado en los emblemáticos, y nos damos cuenta que es una realidad que está en todas partes, que tiene que ver en cómo se relacionan las personas en la sociedad”.

¿Qué han detectado?

“Gran parte de los adolescentes están inmersos en un círculo de violencia. Ellos recién se dan cuenta cuando les llega la primera agresión, pero antes de eso lo toman como algo normal. Muchas veces ven los celos como un acto de amor y es precisamente ahí donde hay que tener especial cuidado. La violencia en el pololeo es bidireccional, pero cuando se trata de parejas más establecidas, hay una tendencia de que sea el hombre el violento y no la mujer”.

Y, ¿cómo influye el tema del machismo?

“Quiero dejar claro que el machismo no sólo se entiende como una conducta de hombres, sino que está muy presente en las propias mujeres. Bajo este escenario, como ONG estamos trabajando para que las mujeres se respeten entre sí, porque suele suceder que muchas veces los prejuicios vienen de ellas mismas”.

¿Estamos en deuda en materia de políticas públicas?, ¿Qué falta?

“Se ha avanzado. En este momento se está trabajando mucho en la atención a víctimas, pero nosotros como organización creemos que lo que hace falta es hacer prevención desde el aula, en etapa temprana. No sacamos nada con curar la herida de la enfermedad, cuando lo que tenemos que hacer es tratar ésta antes de que aparezcan los síntomas”.

Es el momento de hacerlo…

“Estamos en un gran momento en relación a la unidad que ha despertado el tema de la mujer. Los hombres se están uniendo a esta causa, porque les molesta el paradigma machista que existe y por lo tanto están empatizando con el movimiento femenino. Cada vez hay más presencia masculina en las marchas”.

¿Qué te parece la campaña “ni una menos”, que se ha generado en redes sociales?

“Me parece muy bien que el movimiento se empiece a unificar. Qué lástima las circunstancias en la que se dio la marcha, pero es importante que la sociedad se esté involucrando. Este es el momento para el cambio”. 6002

 

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