En el segundo día de la vista, el Ministerio Público terminó de detallar los antecedentes de lo ocurrido en el Shoa y en la Onemi esa madrugada
Un abogado que representa a un grupo de familiares de víctimas del tsunami que en 2010 arrasó parte del litoral chileno pidió ayer prisión preventiva en la audiencia de formalización que se sigue en contra de ocho personas por no alertar a la población del peligro que existía.
El letrado Raúl Meza hizo esta petición en la segunda jornada de la audiencia de formalización por cuasidelito de homicidio de los ocho implicados, entre ellos dos ex altos cargos del gobierno de Michelle Bachelet, que se celebra en el VII Juzgado de Garantía de Santiago.
Meza, que representa a las familias de la localidad costera Constitución, donde fallecieron o desaparecieron 42 de las 181 víctimas del tsunami, pidió prisión preventiva para los implicados y criticó a la Fiscalía y a los otros abogados querellantes por no apoyar su solicitud.
Entre los afectados están el ex subsecretario del Interior, Patricio Rosende, y la ex directora de la Oficina Nacional de Emergencia, Carmen Fernández, además de otros antiguos cargos de la Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI) y oficiales del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA).
La fiscala Solange Huerta los acusa de no haber alertado a la población sobre el tsunami que se originó tras el terremoto de 8,8 grados ocurrido en la madrugada del 27 de febrero de 2010, en una tragedia en la que en total fallecieron 524 personas.
En su investigación, que desarrolló durante dos años, la fiscala resalta la descoordinación que, durante las horas posteriores al terremoto, se produjo entre la Onemi y el SHOA, que emitió una alerta de tsunami, pero la retiró antes de que la Onemi la diera a conocer a la población. 1201