• Foto del Museo Histórico Nacional
El hecho se registró este viernes desde el interior del Museo Histórico Nacional en Santiago

La Policía busca a dos hombres presuntamente responsables del robo de la espada de Manuel Bulnes, presidente de Chile durante diez años en el siglo XIX, ocurrido este viernes desde el Museo Histórico Nacional.

La espada tiene una longitud de 96,5 centímetros y un peso de 997 gramos y fue confeccionada en 1839 en Francia como un regalo para el general Manuel Bulnes, quien comandó las tropas chilenas en la guerra contra la Confederación Perú-Boliviana (1836-1839).

Bulnes, posteriormente, fue presidente de Chile entre los años 1841 y 1851.

"Estas personas esperaron a que la sala estuviera vacía. Cuando eso ocurrió, uno de ellos llevó una silla hasta la vitrina y el otro se subió para alcanzar el objeto y sacarlo sin romper el vidrio", relató a medios locales el subprefecto de la Brigada Investigadora de Delitos contra el Medio Ambiente y el Patrimonio Cultural (Bidema) de la Policía de Investigaciones (PDI), Marcos Fierro.

Según pudieron apreciar las autoridades en las cámaras de vigilancia, uno de los hombres se guardó la espada entre la ropa y caminó de forma extraña sin que los encargados de seguridad del museo, situado frente a la Plaza de Armas en Santiago, se percataran de ello.

"Fue un robo muy rápido, ya que cuando nos dimos cuenta se activó el protocolo de seguridad, se cerró el recinto y nadie más pudo entrar", explicó por su parte el director del Museo Histórico Nacional, Pablo Andrade.

"Es un objeto que no fue hecho en serie, es único en el mundo, se hizo especialmente para conmemorar al Presidente Bulnes", apuntó Andrade.

La espada, cuyo calor material supera el millón de dólares, según la PDI, fue donada al museo por su descendiente Alfonso Bulnes Calvo en el año 1970.

Por el momento, la dirección del museo y las autoridades abrieron la posibilidad de que el robo se haya cometido por encargo de algún coleccionista.

"Este delito obedece a un perfil de delincuente especialista. Una de las líneas de investigación es que sea un robo por encargo, existe un mercado negro que se dedica a la sustracción y compra de este tipo de objetos", detalló Fierro.

"El robo no es al museo, sino a parte de nuestra historia. Esperamos que aparezca", concluyó Andrade.

 

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