A horas de los comicios municipales, se ha instalado un ambiente de desconfianza en la población nacional. Y es que el retiro del proyecto que pretendía regularizar el padrón electoral, tendrá inevitables consecuencias en el panorama político actual.

Lucía Díaz G

Las irregularidades, que afectan a cerca de 480 mil votantes a nivel nacional y a 20 mil en la región, han generado molestia tanto en parlamentarios como en la ciudadanía. Frente a este escenario, surgen varias interrogantes en relación a qué pasará con la asistencia a las urnas y a su efecto social en las personas.

En conversación con El Día, Robert Funk, analista político, se refiere a los resultados inmediatos que provocaría esta realidad. “Los recientes hechos pueden reforzar la idea que tienen los ciudadanos respecto a la mala calidad de las instituciones políticas, lo que se puede traducir en una baja en la participación electoral”, señala.

“Lo más probable que ocurra es que en varios lugares del país se identifiquen problemas de domicilio electoral. Como no todas las personas están al tanto de la situación, puede que lleguen y no estén inscritos en las listas. Además, también podríamos tener casos en los que se impugne el resultado, lo que va a requerir un largo periodo de resolución”, agrega.

En relación al efecto duradero que concierne al sector político del país, comenta que “es la desconfianza, lo que resulta triste porque se han realizado esfuerzos en distintos ámbitos para mejorar el funcionamiento de la política y al mismo tiempo, recuperar la confianza de la ciudadanía, sin embargo, pareciera que no estamos avanzando”.

Ante el retiro de la llamada “ley corta”, asegura que dejó demostrado que “existe falta de seriedad y habilidad política. Es claramente una falta de manejo político y de diseño porque era obvio que no iban a poder sacar una propuesta amplia en tan poco tiempo. Se hicieron las cosas mal desde un principio”.

Preocupante abstención

“Existen varios factores que inciden en el efectivo ejercicio de sufragar. La persona que siente que su voto incide de manera relevante en una elección, tiene más probabilidades de asistir a las urnas que otra que no lo cree así. Del punto de vista práctico, esto se relaciona con los incentivos o desincentivos que tenga el ciudadano al momento de votar”, explica Manuel Escobar, Sociólogo.

Teniendo en cuenta estos antecedentes, el profesional sostiene que “en el caso de las irregularidades del padrón electoral, lo que ocurrió fue que aumentó un obstáculo. En el fondo, los afectados no podrán ir a votar donde lo desean porque el error los obliga a no ejercer su derecho. Aquí, se añade un aspecto adicional a la decisión racional de las personas, donde se impone una barrera sobre la capacidad de participar”.

Escobar aclara que es un mito que la gente esté votando menos que hace unos años atrás, ya que según dice, el número de padrón electoral actual es casi el mismo que el antiguo. En este sentido, indica que de acuerdo a estudios, “no es cierto que el voto voluntario haya generado un efecto negativo, sino que hoy los ciudadanos sienten que su voto es poco relevante y eso es lo que agrava la situación”.

En este punto, confiesa que lo realmente importante es que “se han construido otros espacios de participación política, como es el caso de las redes sociales y las convocatorias a grandes movilizaciones, como ha sido el caso de No + AFP y un tiempo atrás, las marchas por una educación de calidad”. 

Frente al panorama electoral, asegura que “es un factor que fortalecerá la posición de no sufragar. Con este terrible error, queda en evidencia la incompetencia de las instituciones públicas y la gente se da cuenta que es un sistema que no funciona”, agregando que “más que el efecto electoral, lo relevante es la mala imagen con la que queda el Gobierno”.

Falta de sintonía

“Un fenómeno social interesante es este alejamiento y separación cognitiva que existe entre el sector político y la sociedad en general. Esa es la madre del cordero. Estamos en presencia de una clase política que está en otra, que no entiende cuál es la dinámica social en la que está Chile hoy en día”, declara Manuel Escobar.

Lo cierto es que durante los últimos días, los directores del Servicio Electoral y el Registro Civil, se han dedicado a culparse entre sí, realidad que para Escobar refleja “que no existe una comprensión de la complejidad social. Los políticos siguen actuando de manera reactiva, cayendo en la simpleza de lo que es la política tradicional”.

Es por esto, que la ciudadanía se encuentra inmersa en un ambiente de desconfianza y preocupación frente a un contexto político que no parece tener una rápida solución. Pero, lo que muchos se preguntan es ¿qué fue lo que falló? Robert Funk se suma a esta duda y manifiesta la necesidad de que después de las elecciones del próximo 23 de octubre se forme una Comisión Investigadora.

“Lo ideal es que la Presidenta comande la comisión con el fin de dilucidar lo que realmente pasó, y de esta manera, hacer recomendaciones para arreglarlo. Sería impresentable que no se realizara un esfuerzo para arreglar el sistema. Por el momento, se está hablando de remover a autoridades, pero esto requiere un cambio más radical, sistemático, porque no hay claridad respecto a las responsabilidades institucionales”, enfatiza.

Servel en el ojo del huracán

Frente a la polémica electoral, el Servel y el Registro Civil se han visto envueltos en una serie de cuestionamientos, que han llevado a un grupo de parlamentarios a pedir la renuncia de sus directores. Sumado a esto, el descontento de la ciudadanía se ha visto reflejado en acciones concretas, como la toma del Liceo Lastarria, el pasado jueves, en rechazo a las elecciones municipales.

En contexto de aparente apatía política, el día miércoles, se confirmó la renuncia de Javiera Blanco al ministerio de Justicia, tras una serie de hechos desafortunados, como la crisis en Gendarmería, en el Sename y los arbitrarios cambios de domicilio electoral. En su lugar, quedó el ex ministro de Agricultura de Ricardo Lagos, Jaime Campos.

A nivel local,  Francisco Villalobos, director regional del Servel, intenta calmar las aguas, asegurando que “estamos enfocados en cumplir con nuestro trabajo”. Si bien reconoció que se trata de un problema grave que claramente no debería ocurrir en un sistema electoral, señala que “afortunadamente sucedió en una elección municipal, peor hubiera sido en una presidencial o parlamentaria. Esperamos que no vuelva a ocurrir una abstención en materia municipal”.

En relación a las medidas que tomarán para regularizar el padrón, aclara que al finalizar las elecciones se necesitará la cooperación de la ciudadanía para establecer el número real de afectados, y de esta manera enfocarse en poner en regla las anomalías.

 

 

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