El chofer Enrique Rojas (66) que fue abordado por dos sujetos el día dos de julio, quienes le robaron y lo dejaron gravemente herido, señaló que días antes lo habían amenazado. Sin embargo, desde la PDI, aseguran que todo indica que sus agresores no lo hayan conocido.

Conmoción causó el asalto a un colectivero la noche del sábado 2 de julio. El hecho, se produjo en el sector de La Villa Los Plátanos, cuando dos sujetos abordaron el vehículo conducido por Enrique Rojas (66). 

Tras un par de minutos, durante el trayecto, el individuo que iba sentado en el asiento trasero del automóvil, sacó un corta cartón con el que mantuvo amenazado a Rojas hasta llegar al sector de El Milagro II. Allí, lo hicieron detener el móvil, y procedieron a quitarle la recaudación de ese día. 

Pero no fue suficiente. Claro, además de robarle el individuo que lo tenía intimidado le enterró el arma corto punzante al chofer de la locomoción colectiva, provocándole una grave herida en el cuello. Antes de ello, dejó escapar la frase: “Te voy a dejar un regalito, viejo…”. 

Posterior a eso, la historia es conocida. El conductor salió del vehículo como pudo, avanzó unos cuantos pasos y cayó al suelo quedando inconsciente. En el intertanto, los sujetos se dieron a la fuga y la víctima fue trasladada al hospital San Juan de Dios de La Serena, donde estuvo al borde de la muerte y debió ser reanimado. “No me explico la violencia con la que actuaron, porque ya me lo habían robado todo, entonces no era necesario que me hicieran lo que me hicieron, es algo inhumano, porque actuaron con mucha crueldad”, dijo, días después de la tragedia, Enrique Rojas, en entrevista con El Día.  

LAS DUDAS DE LA VÍCTIMA. Hasta ahora, se trataba de un asalto común, un violento asalto, pero que no tenía nada de particular. Sin embargo, declaraciones del afectado han sembrado la duda entre sus familiares y en el propio Rojas, quien también expresó a nuestro medio que en los últimos días le habían surgido serias sospechas de que la persona que le enterró el corta cartón lo conocía y habría actuado a modo de venganza. “Sí, lo que pasa es que una semana antes de que me ocurriera esto, tuve un problema con una persona que se subió al colectivo. No me quiso pagar el pasaje y como yo insistí en cobrarle, él se puso un poco agresivo, me insultó y me amenazó, me dijo que me iba a acordar de él, o algo así. Yo no le di importancia, y no sé si tenga algo que ver con esto, pero haciendo memoria, de lo que recuerdo del tipo que me asaltó, su voz. Todo coincide bastante”, expresó el colectivero. 

INVESTIGACIÓN PDI. Consultados en la PDI, el jefe (S) de la Brigada de Homicidios, Robinson Alarcón, si bien no desestimó del todo lo expresado por Enrique Rojas, precisó que la línea de investigación que están llevando adelante, no va en ese sentido y que lo más probable es que se trate de un delito en el que víctima y victimario no tendrían ninguna relación. “Hasta el momento, no tenemos nada que nos indique que se trata de una venganza, o que los sujetos que los asaltaron lo conocieran. Él sí hace referencia en su declaración que durante la semana tuvo un conflicto con un pasajero, producto de que no le habían querido pagar el pasaje, pero hasta ahora no hay ningún antecedente concreto, que nos diga que tenemos que enfocarnos en esa línea. No hay nada más que nos haga sospechar a nosotros que este hecho podría haber estado vinculado el crimen”, precisó Alarcón. 

ALGO FRECUENTE. Pese a que la incertidumbre crece, y hasta ahora no se tiene noción del paradero de los sujetos ni si éstos conocían o no a la víctima, en cuanto a las amenazas que sufrió Rojas en los días previos, éstas no serían algo poco frecuente en los conductores. Claro, muchas veces los pasajeros se excederían e increparían fuertemente a los choferes, a veces incluso llegando a la violencia. Así lo consigna el presidente de Asotacol (Asociación de Taxis Colectivos de la Región de Coquimbo) Manuel Correa. “Es totalmente cierto, y cuando nos pasa nosotros estamos atados de manos, porque no tenemos dónde reclamar. El pasajero puede ir a la Seremía de Transportes o a la entidad competente si se siente pasado a llevar, pero nosotros no. Entonces ahí también estamos indefensos porque muchas veces estos reclamos se pasan de lo normal, y, como le pasó al colega que fue asaltado, se llega a los insultos y a las amenazas”, indicó Correa.

 

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