Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
El penalista, quien fue contactado por la madre y el padrastro de Melissa Chávez -Mirta Ardiles y Luis Santander-, para ser representados como querellantes en el homicidio de la menor de 12 años, manifiesta que todavía está a la espera de antecedentes que contiene la carpeta investigativa, y que uno de los frenos también es la denuncia por abuso sexual que en su momento se efectuó contra el padrastro.

Un antecedente que hasta ahora no se había mencionado en el Caso Melissa, finalmente sale a la luz. Pese a que las entidades investigadoras y estatales que están trabajando en las indagatorias y prestando colaboración a las víctimas tenían conocimiento, y familiares por parte del padre biológico de la menor lo habían comentado con parte de nuestro equipo periodístico, hasta ahora no se había ratificado. Sin embargo, diario El Día consultó a fuentes oficiales y tuvo acceso a información reservada, logrando corroborar la información sobre la causa de abuso sexual en contra de la menor por la que fue denunciado su padrastro, Luis Santander, en el año 2010,  cuando la pequeña asesinada el pasado 26 de noviembre sólo tenía dos años de edad. 

Aunque el dato se mantenía en el secretismo, entre abogados se comentaba, por lo que Carlo Silva, penalista quien fue contactado por Mirta Ardiles y también por Santander para ser representados lo sabía y en conversación con nuestro medio manifiesta que esta es una de las principales aprensiones por las que no ha decidido si tomar o no el caso, ya que podría producirse que en el transcurso del proceso sus clientes pasen a tener la calidad de formalizados.

Claro, pese a que el presunto abuso data desde hace 10 años es un antecedente que deja más dudas respecto a la eventual participación de la madre y padrastro en los hechos investigados. 

-Finalmente,¿asumirá la representación? 

En un principio la madre y el padrastro nos contactaron para ver la posibilidad de que nosotros fuéramos querellantes en este homicidio. Nosotros fuimos cuidadosos con el tema porque podía darse la situación de que los querellantes luego terminaran siendo formalizados por los hechos y tuvieran la condición de querellantes e imputados. Por eso, preferimos no asumir inmediatamente el patrocinio de poder, ni ser representantes de la madre ni del padrastro, ni en la calidad de querellantes ni defensores”.

-¿Están esperando la carpeta investigativa?

“Sí, pero de cualquier forma nada será tan inmediato porque entiendo que la madre pidió la copia de la carpeta, porque está en su derecho, siendo víctima o imputada, y por el sistema de asistencia de fiscales, la respuesta demora alrededor de 18 días. Yo en su momento les dije que una vez teniendo la copia de la carpeta, podía tomar una decisión al respecto, y eso no ha pasado”.

-¿En qué circunstancias usted no sería representante de Mirta Ardiles y Luis Santander?

“Para mí es importante que quede definida la calidad que tendrá ella dentro del proceso. Hablo más de ella, la madre porque es a ella a la que le tocaría esta dualidad de que, al ser representante legal de la niña, puede querellarse y ser imputada. Lo que pasa es que la norma es bastante clara al referirse a que no podrán ser querellantes quienes sean imputados en la causa. Entonces, formalmente, si bien ella ha tenido un tratamiento de imputada, todavía no ha sido formalizada la investigación, así que ahí podría producirse esta dualidad. Yo la representaría si ella finalmente puede querellarse. Si los antecedentes de la investigación la descartan, nosotros asumiríamos la representación”.

-¿Una defensa no asumirían?

“En la medida que existan antecedentes de que ella pudiese tener participación directa y concreta, y esos antecedentes estén en la carpeta, creo que lo evaluaríamos. Ahora, puede pasar que al ver la carpeta también encontremos aristas que den cuenta de que posiblemente sea otro el autor de los hechos, y de ser así, asumir una defensa en favor de ella implica darle objetividad a la investigación, porque siento que ha sido ampliamente dirigida en contra de ella y de su conviviente y no sé si se han agotado todas las aristas que puedan darse en la participación de otras personas. La Fiscalía no se puede sesgar, y eso implica agotar todas las líneas investigativas, para ir descartándolas o confirmándolas”.

-¿Usted sólo representaría a la madre, no al padrastro?

“Sí, por el momento creo que así sería. Sólo estaríamos representando a la madre”.

-Tiene que ver con la denuncia de abuso sexual hacia Melissa presuntamente cometida por el padrastro?, ¿ambos delitos se pueden vincular?

“Mire, jurídicamente  no se pueden vincular porque se trata de dos delitos distintos. Uno es un delito sexual, y este es un delito de homicidio. Además, la causa por delito sexual se encuentra archivada por el Ministerio Público. Y se encuentran en estados procesales distintos, la causa de ahora está recién partiendo y la otra fue archivada por la Fiscalía. Ahora, si tú me preguntas desde el prisma policial, e incluso en la posibilidad de unirlas desde un punto de vista subjetivo, claro que podrían tener algún tipo de contacto. Pensemos en que si la denuncia anterior no prosperó, habría que ver de qué forma la madre no apoyó esa denuncia, cuál fue la parte que tomó la madre, a favor de quién. Es decir, procesalmente no tienen ningún contacto, pero sí desde lo subjetivo puede ser un elemento para entender otras situaciones”.

-¿Pero influye en la decisión que usted toma, por el momento, de sólo eventualmente representar a la madre la denuncia que existe?

“Sí, yo creo que es relevante este dato. Porque más allá de que uno ejerza una defensa, más allá de los intereses particulares, de que sean culpables o no.

Hay transversalidad porque uno representa los intereses de la defensa, más que de un bando, pero sin duda el hecho de que se tenga bien acreditado en la carpeta investigativa de que hay una vinculación directa, con una suerte de encubrimiento que potencia la tesis de que el conviviente sea el agresor, yo no los representaría”.

¿Falta de protección?

-Pese a que esto ocurrió –la denuncia por abuso sexual- hace 10 años, ¿los niños debían haber tenido protección?

“A mí me parece que si existe una denuncia de estas características, independiente de que la Fiscalía haya archivado provisionalmente la causa, el sistema tiene que actuar de una manera multiprotectora y aquí creo que hay deficiencias en el sistema en el sentido de que no existe esta comunicabilidad eficiente en que se hace la denuncia en la Fiscalía, e inmediatamente se toma contacto con el juez de familia quien por otra parte, dentro de su ámbito de competencia actuaba. Entonces, yo creo que siempre debieron haber medidas de protección”.

-Si toma el caso, ¿no teme quedar ante la opinión pública como el abogado que siempre defiende “a los malos”?

“Ese es un tema con el que normalmente nos toca trabajar siempre. Yo sé que en este caso –tal como ocurrió en el caso del Puente Zorrilla-, la gente puede pensar muchas cosas, pero somos nosotros, la defensa quienes le dan un contrapeso a la persecución penal. El Estado recae con todo su peso policial, investigativo, de la Fiscalía, y para sopesar todo esto existe la defensa, y muchas veces la defensa no niega un hecho, sino que se cuestionan los procedimientos y se vela por las garantías. Entonces, pese a que este trabajo puede ser ingrato ante la mirada de la opinión pública, la verdad es que no en pocas oportunidades somos los primeros en reconocer los hechos para darle economía al proceso y una mayor y más rápida solución”. 

 

Suscríbete a El Día y recibe a diario la información más importante

* campos requeridos

 

 

Contenido relacionado

- {{similar.created}}

No hay contenido relacionado

Cargando ...

 

 

 

 

 

 

 

 

Diario El Día

 

 

 

X