Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
Carabineros y Bomberos indagan en las causas de los cuatro siniestros ocurridos la noche del martes en Coquimbo. Según el relato de testigos presenciales, el de mayor envergadura, en Baquedano, se produjo luego que un sujeto, quien discutía con su pareja, lanzara una bomba molotov al galpón donde vivían junto a otras personas en situación de calle. El lugar, además, funcionaba como taller mecánico, vulcanización y acopio sin autorización. Se investiga si fue el mismo individuo el que provocó los otros focos de fuego.

Pese a todas las dudas tras los múltiples incendios ocurridos en el lapso de una hora la noche del martes en Coquimbo, existe sólo una certeza: Fueron provocados. Aquello lo informó durante la misma jornada el comandante de Bomberos de Coquimbo, Humberto Silva. “Esto es claramente intencional, todo partió con unos pastos en la carretera, pero existe un circuito que ya está claro”, indicó, cuando todavía no lograban extinguir los cuatros focos de fuego que generaron la alarma en la comuna puerto. 

El día de ayer por la mañana, Silva ratificó lo que había sostenido el día anterior, y precisó que se encontraban realizando las investigaciones correspondientes para esclarecer cuáles fueron las causas de los siniestros, fundamentalmente del primero y más grande, que afectó a un galpón en el sector de Baquedano.

“Aquí la acción de terceros es evidente y clara, porque no había servicios básicos conectados a la propiedad –por lo que se descarta la posibilidad de un cortocircuito- y el rango de inflamabilidad del caucho de los neumáticos es alto, por lo que se requiere de algún tipo de acelerante, es decir, que alguien los haya encendido de manera premeditada”, sostuvo Silva. 

La situación se tornó más sospechosa cuando en medio de la primera emergencia surgieron tres más en un perímetro muy delimitado, en un lapso muy corto de tiempo. “No sabemos si fue la misma persona, o si fueron varios, ni cuáles fueron las motivaciones, pero no es algo común que se susciten cuatro hechos en un mismo momento, por lo que hay que realizar una investigación, la que nosotros vamos a realizar sí o sí”, manifestó el comandante. 

Sin permisos

“Es el tercer incendio en el mismo lugar, en menos de un año”. Con esta frase, Humberto Silva fue categórico en señalar que era previsible que en algún momento el galpón de Baquedano se quemara por completo, y aunque todavía no se ha determinado qué fue lo que provocó las llamas, en el lugar, los vecinos y testigos del hecho tienen el tema bastante claro, y están molestos, porque según dicen, ya habían dado aviso en distintas oportunidades al municipio de las cosas que ocurrían en este lugar.

Así lo indica Fabiola Godoy, quien tiene su local de venta de productos marinos congelados justo en frente de la estructura siniestrada, en Avenida Costanera con 25 de mayo. Según afirma la mujer, el lugar funcionaba como un centro de acopio de neumáticos y todo tipo de chatarra, además de “una especie de taller mecánico”, donde llevaban y traían cosas, pero todas estas actividades las realizaban sin ningún tipo de permiso por parte del municipio.

“Me enteré por internet de lo que estaba pasando y me vine altiro para acá, porque pensé que las llamas podían afectar mi negocio. Afortunadamente no fue así. Lo que me da rabia es que yo junto a otros vecinos advertimos antes esta situación y nadie hizo nada. Ya había habido dos incendios. En una oportunidad quemaron un camión, y la otra vez lo mismo, una quema de neumáticos que no pasó a mayores. De esto, nosotros habíamos informado”, relató la vecina porteña. 

Es ella misma quien señala que actualmente el lugar funcionaba como un taller mecánico, vulcanización y como “un centro ilegal” de  acopio de neumáticos.

“En el último tiempo veíamos harto a una niña que estaba mucho en el lugar, y recibía neumáticos y cosas que le iban a dejar, antes habíamos visto lo mismo, pero con otras personas. La cosa es que siempre ha sido así, en el fondo, en ese lugar hacen lo que quieren, sin permiso y por ende corriendo todo tipo de peligros”, sostuvo Fabiola Godoy. 

Diario El Día se puso en contacto con el departamento de inspección municipal de Coquimbo, y el encargado, Rodrigo Letelier ratificó que estas actividades no estaban reguladas ni contaban con ningún tipo de patente para funcionar. No tenían permiso, y habían sido notificados en varias oportunidades a retirar el acopio de estos materiales lo que no ocurrió siendo denunciados al juzgado correspondiente”, informó Letelier. 

“Todo es legal"

Pese a la información oficial, en el lugar del incendio nos encontramos con los trabajadores del taller ilegal, quienes aseguraron que todo estaba perfectamente regulado. Una mujer quien se identifica como Roxana, manifestó que “aquí se pueden decir muchas cosas, pero esto era legal. Yo vendía neumáticos y dormía ahí también, así que no vengan a decir que aquí hay algo irregular”, sostiene Roxana, molesta. 

Muy cerca de ella, recogiendo la chatarra e intentando limpiar un poco el lugar, otro sujeto insiste en lo mismo. “Aquí andan hablando puras tonteras, en vez de preocuparse de las ocho personas que quedamos sin una fuente laboral porque trabajábamos acá”, indica, agregando que su jefe, y, según él, dueño del galpón es un empresario a quien identifica como Juan Carlos, sin dar su apellido. 

El origen del fuego

Más allá de los dichos de Roxana y su amigo, lo cierto es que no tenían permisos, tal como lo aseveró Letelier. Pero, ¿qué fue lo que originó las llamas? En Baquedano todos parecen conocer la historia y apuntan a un sujeto conocido como el Tagua, un hombre en situación de calle quien se refugiaba en este taller mecánico ilegal. 

Según afirman testigos, era habitual que este inmenso galpón fuera utilizado por indigentes para vivir, consumir alcohol y drogas. De hecho, no eran demasiado discretos, y todos los días se generaban peleas y discusiones entre ellos, que no terminaban bien, aunque esta vez, se les pasó la mano. 

El Tagua es conocido por su “afición al fuego” e incluso lo sindican como el causante de los dos incendios anteriores y los otros tres que tuvieron lugar anoche. “Era medio loco el sujeto, yo no lo conozco mayormente pero hablo de lo poco que lo vi y de lo que me dicen las personas acá”, cuenta la propia Roxana. 

Otros testigos, quienes prefieren mantener reserva, vieron presencialmente lo que ocurrió, y sostuvieron que todo se inició durante la noche, cuando, como todos los días, el grupo de personas consumía alcohol en el lugar, comenzaron a discutir fuertemente, y los involucrados eran el Tagua y su pareja. 

Alejandro Mora, de un taller mecánico cercano, cuenta lo que realmente pasó. “Ellos siempre peleaban. En la mañana yo los vi salir a recolectar chatarra, que era lo que hacían, para después venderla y comprar sus vicios, y en la tarde también me tocó presenciar lo que pasó, que inició el incendio. Estaban peleando creo que porque este tipo andaba celoso porque la niña le estaba poniendo el gorro con otro gallo, entonces, en medio de la discusión la mujer se fue para adentro del galpón y a los minutos después el sujeto vuelve con una botella con bencina y un trapo prendido con fuego. Ahí quedó la crema, se empezaron a insultar y después arrancaron todos. Después de eso no supe más”, precisó el vecino porteño. Esta versión, es la misma que manejan todos en el sector, y ni el sujeto sindicado como responsable ni su pareja se han visto por el lugar del siniestro. 

¿Un pirómano?

La posibilidad de que este sujeto haya sido responsable de los demás focos de incendio está siendo investigada. Cabe la posibilidad de que haya sido así, ya que “era un pirómano”, dicen en Baquedano, y habría sido demasiada la coincidencia. “Yo creo que arrancó y se fue prendiendo fuego donde veía que habían pastizales o algo así”, afirma un conocido. 

Otra de las hipótesis es que el individuo no haya actuado solo y para que funcionara su plan de quemar el lugar, con la complicidad de otros individuos hayan generado otros incendios para entorpecer la labor de bomberos. Todo aquello es materia de investigación y hasta ahora, no hay ningún imputado por el hecho. 

Acciones a seguir

Por lo pronto, según informaron desde la Gobernación de Elqui no se interpondrán acciones legales por el hecho a la espera de la investigación que está llevando a cabo tanto bomberos, como Carabineros por instrucción de la Fiscalía, pero una vez que se tengan todos los antecedentes la autoridad de Elqui recurrirá a la justicia en contra de quienes resulten responsables.

“Es muy apresurado señalar responsables, vamos a esperar los resultados de la investigación para analizar las acciones a seguir. Esta no es la primera vez que sucede un incendio en este lugar, vamos a trabajar con el municipio para analizar el tema de los sitios eriazos o no utilizados o que mantengan elementos combustibles. Hace algunas semanas atrás tuvimos reunión con vecinos y comerciantes para potenciar rondas policiales y control de personas en situación de calle que merodean en el sector (…) Con el Minvu también trabajamos un plan de recuperación y revitalización del área y luego comienza la construcción del parque ecológico Culebrón”, manifestó. 

El edil de Coquimbo Marcelo Pereira, también manifestó que esperarán la investigación para sumarse a cualquier acción legal contra quienes resulten responsables. De todas formas, ya instruyó a su equipo jurídico que verificaran la situación en la que se encontraba el galpón incendiado, y por qué se continuaban realizando acciones en el lugar, que no eran permitidas.

“Es una situación preocupante, porque no es común que pasen estas cosas, sobre todo si se habla de cuatro incendios al mismo tiempo. Lo que sí me deja contento es que el actuar de Bomberos fue el adecuado y no tuvimos pérdidas humanas ni de casas habitadas”, precisó el alcalde. 

 

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