Por parricidio es detenida madre de Melissa y padrastro continúa siendo investigado

Cerca del mediodía de ayer martes personal de la Policía de Investigaciones de La Serena concurrió hasta el domicilio donde se encontraba viviendo Mirta Ardiles, madre biológica de Melissa Chávez, la menor de 12 años quien falleció el pasado 26 de noviembre en su domicilio en el sector de Villa Talinay, Coquimbo. 

Tras realizar diversas diligencias que se encuentran detalladas en la carpeta investigativa, los detectives de la Brigada de Homicidios (BH) llegaron al lugar con una orden de detención emanada del tribunal, que autorizaba el registro y entrada en la casa de la imputada, que pasaría hoy a control de detención para ser formalizada por los delitos de parricidio e incendio. 

DETENCIÓN INESPERADA 

Cabe señalar que desde la familia paterna estaban exigiendo apurar los resultados de las indagatorias, ya que veían cierta lentitud y en reunión sostenida con el Fiscal Regional Adrián Vega, éste les manifestó que podrían tener novedades los primeros días de febrero, pero se preveía que serían posteriores a que se levantara la reserva de la causa, lo que ocurriría el día 7 de este mes, por lo que la información generó sorpresa tanto en los familiares como en los intervinientes. 

Tras la confirmación de la acción policial, la defensa de Ardiles habría realizado un viaje de emergencia a la zona, para reunirse con el resto de los familiares y definir una estrategia a seguir en la audiencia que se llevará a cabo en el Juzgado de Garantía de Coquimbo. 

Hasta ahora, la madre de la víctima, quien se encontraba en calidad de imputada desde el primer día, cuando ocurrió el siniestro en el domicilio y el posterior hallazgo del cadáver de la menor, es la única detenida. El padrastro, Luis Santander, quien además registra una denuncia anterior por abuso sexual en contra de Melissa, no fue parte del procedimiento, aunque todavía está siendo sujeto de diligencias. 

Respecto al tercer sospechoso, el individuo de 27 años, vecino de la víctima, al que se le vio caminar por los techos del domicilio minutos previos a la alerta de fuego, no se ha podido acreditar ningún tipo de participación hasta el momento, pese a que el hecho de irse de la casa justo el día siguiente luego de que ocurrieron los trágicos eventos, generó suspicacias entre los vecinos, y también que en su momento la Brigada de Homicidios de la PDI llevara a cabo diligencias dirigidas hacia su persona. 

ABSOLUTO HERMETISMO 

El procedimiento fue realizado en absoluto hermetismo, debido a que la investigación continúa en reserva. Sin embargo, luego que una usuaria de Facebook publicara en sus redes sociales que se había efectuado la detención, la información se divulgó rápidamente, por lo que, según manifestaron desde la PDI, coordinarán un punto de prensa para entregar los antecedentes del proceso que culminó con la mujer detenida, y eventualmente formalizada el día de hoy. 

Desde la Fiscalía tampoco entregaron antecedentes y refirieron que sólo lo harían una vez que se efectuara el control de detención. 

DOLOR E INCREDULIDAD 

Intentamos contactarnos también con Gina Chávez, la tía de Melissa y hermana de Denis, el padre de la niña. Sin embargo, fue imposible. Según cercanos, están devastados, debido a que siempre han creído en la inocencia de Mirta, con quien, al menos Gina, mantenía comunicación permanentemente, por lo que conocer de su presunta autoría y que la orden del juez hablaba directamente del delito de parricidio fue un golpe más en tiempos en que les ha tocado recibir los más duros de sus vidas.

“Mirta sabía que podía contar conmigo siempre. Con su pareja (Luis Santander, padrastro), nunca he tenido contacto, la verdad es que no lo conozco, pero lo que a mí me interesa es la mamá y con ella siempre he tenido buena relación”, decía Gina en entrevista con El Día el pasado 19 de enero. 

ALEGANDO INOCENCIA 

Los días posteriores a la muerte de la niña, tanto Mirta Ardiles como Luis Santander, hablaron con los medios de comunicación, alegando completa inocencia, y relatando con lujo de detalles eventos que los situaban lejos del lugar de los hechos, pese a que la PDI ya realizaba peritajes a sus teléfonos celulares, los que habían sido incautados.

“Lo único que queremos es justicia, no nos explicamos cómo alguien nos pudo hacer algo así, era mi hija, yo la amaba. Sólo espero que la persona que hizo esto pague y se haga justicia”, manifestaba Ardiles, el jueves 3 de diciembre. Dos días antes, la Fiscalía había revelado que la menor de 12 años no murió producto de la asfixia por el humo del incendio, sino que debido a un traumatismo encéfalo craneano. Además, su cuerpo presentaba lesiones profundas infringidas con un arma corto punzante, lo que hizo presumir de inmediato que se trataba de un asesinato y que posteriormente él o los autores intentaron ocultar la evidencia.