• El sujeto terminó su circuito en el servicentro Shell de Cuatro Esquinas con Balmaceda luego de una persecución policial
Crédito fotografía: 
Cedida
Los profesionales señalaron que características como una personalidad histriónica y la poca empatía para detectar sus emociones y las de los demás son claves para definir el perfil de personas que caen en esos comportamientos

Impacto generó la inesperada pero decidida acción de un sujeto que en forma solitaria y cuchillo en mano se trasladó por seis bencineras de la ciudad de La Serena, donde efectuó diversos asaltos y donde accedió a todo tipo de productos y una cantidad menor de dinero en efectivo.

Pero lo más sorprendente, es que tras su largo periplo que finalizó luego de una persecución policial cerca de las 00:00 horas del jueves, cuando fue reducido por Carabineros, la respuesta que le dio a la autoridad fue inaudita: lo hizo sólo para “llamar la atención”.

Necesidad de afecto

La psicóloga de la Universidad Central, Marisol Urrutia, apuntó a que el contexto especial que se ha vivido durante 2020 podría incidir en conductas que salen de lo habitual. Además, señaló que “las características de la personalidad de este sujeto son claves para que acometiera estos hechos, aunque en el diario vivir se trate de una persona prácticamente normal”.

A su juicio, “debe tratarse de una persona con una personalidad histriónica, dramática, lo que no es una patología, pero sí es una forma de ser bastante extraña. Dado ese escenario, y al no contar con la atención que él requiere,  realizó una acción que supera bastante los límites. Algo gatilló en ese comportamiento, eso lo desconocemos, pero es probable haya algo más”, subrayó.

Rodrigo Torres Cisternas, sicólogo y director de la Fundación Restaurados, aseguró que no se trata de un acto impulsivo. Por el contrario, se habría sentido mal consigo mismo para tomar ese camino. “Hubo precisamente una decisión y cierto discernimiento. Es probable que planeó sus actos tras meditar los pasos a seguir”, subrayó.

Aunque se trata de una persona sin antecedentes penales previos, el profesional señala que en casos similares, generalmente hay eventos anteriores de menor cuantía que no son conocidos por la opinión pública. “Esto se relaciona con los niveles sicopáticos funcionales, pues son personas que tienen una muy baja empatía, muy poca capacidad de darse cuenta de sus emociones y de las emociones de los demás. No saben pedir perdón y por eso rompen las normas. No hubo reflexión”, concluyó.

 

Suscríbete a El Día y recibe a diario la información más importante

* campos requeridos

 

 

Contenido relacionado

- {{similar.created}}

No hay contenido relacionado

Cargando ...

 

 

 

 

 

 

 

 

Diario El Día

 

 

 

X