Marcelo Pereira: “Mi intención no ha sido pasar a llevar a nadie ni aprovechar el momento”

Es directo. Sin rodeos. Marcelo Pereira Peralta (30) está consciente de que tras la muerte de su padre, el exalcalde de Coquimbo, Oscar Pereira, su nombre surgió como una de las cartas de un sector de la DC para continuar con el legado del exedil. Es lo que algunos ya denominan el “ala pereirista” del partido en el puerto. Aún está viviendo el duelo. No oculta el impacto que le provocó el deceso de su progenitor. No obstante, accede a dialogar con diario El Día para dejar en claro su posición y evitar las especulaciones, las cuales, a su juicio, han sido muchas y en algunos casos equivocadas.
Es independiente, aunque reconoce su simpatía y cercanía con la democracia cristiana. “Es el partido que a mí me representa”, puntualizó.
El servicio público no le es para nada desconocido. “Mi padre compartía muchos sueños conmigo y cuando su enfermedad estaba un poco más inestable, en cierta forma, no me lo dijo directamente, pero trató de darme algunas luces de que eventualmente veía en mí ciertas cualidades y que dado lo que ocurrió podía seguir sus pasos”.
-¿Le gusta la política?
“Sí, mi padre decía, y le encuentro toda la razón, que él no era político, sino que servidor público. En mi caso soy médico y me hice médico para ayudar a la gente”.
Trabajó durante tres años en Combarbalá en el sector rural, “hice un lindo trabajo y seguí ese camino, continuando los pasos de mi padre. Ser servidor público lo llevo muy arraigado en el corazón y la política es un camino para poder hacerlo”.
-¿Es cierto que en los últimos momentos su padre le pidió que usted fuera el próximo candidato?
“A ver, se ha especulado mucho. Óscar Pereira se fue como él quería: con los bototos puestos, como siempre lo manifestaba. Cuando conversamos vía telefónica, me dijo: ‘hijo, si en algún momento me llega a pasar algo, decídelo tú, pero eventualmente podrías seguir mis pasos’. Lo dijo más en un sentido de cariño de padre”.
-¿Habló directamente esa opción con el Partido Demócrata Cristiano?
“Sí, es verdad. Me lo mencionó directamente. Las personas más cercanas me corroboraron que mi padre dentro de sus últimos días había hecho mención y lo había conversado con el partido”.
-¿Está dispuesto a ser el candidato de la DC?
“He sido bastante transparente con este tema, el dolor de haber perdido a mi padre es bastante grande. Nunca ha sido mi intención pasar a llevar a ciertas personas o, como algunos lo han interpretado y lo escuché, que me quería aprovechar del momento. Para nada, esa no es mi intención. Soy súper respetuoso. Mi padre y mi madre, que es muy conocida, porque es una matrona de años en el hospital de Coquimbo, me enseñaron buenos valores. En estos momentos me encuentro realizando una especialización de cirugía en Santiago y para mí es una determinación bastante fuerte. Me he entrevistado con gente de la democracia cristiana y me han dado un tiempo para poder pensar y se me dijo y propuso que la DC realizaría una encuesta con algunos candidatos y de muy buena fe le dije que estaba de acuerdo que mi nombre estuviera dentro de la encuesta”.
-Por todo lo que tuvo que vivir como alcalde ¿culpa a la política de la muerte de su padre?
“No, para nada, a ver, mi padre hizo muchas cosas por Coquimbo, de eso no cabe ninguna duda. Él se alimentaba del contacto con la gente. En los momentos más difíciles con ellos volvía a nacer. Fue su deseo terminar con las botas puestas y estoy muy orgulloso de lo que hizo”.
-¿Como médico nunca le pidió que por su salud se retirara de la alcaldía, como lo hizo el alcalde de La Florida?
“Por supuesto que sí, desde que supimos de la enfermedad, como médico tuve una conversación con él y varias veces le decía: ‘padre, es bueno que te preocupes más de tu salud y seguir el camino de la familia y cuidarte’, pero él tomó su determinación y lo hizo bien. Todos sabemos lo que nos gusta y él terminó haciendo lo que le gustaba. Hasta el último día se preocupó del prójimo”.
-¿No fue presionado por su partido y la Concertación para que se mantuviera hasta el final ante la no existencia de un candidato potente?
“Respecto a eso se ha especulado bastante, pero quiero decir que mi padre nunca recibió ningún tipo de presión. Al contrario, todos estábamos muy preocupados de él. Le entregaron el apoyo y fueron muy respetuosos. Mi padre tenía muchas ganas y fue sorpresivo. A pesar de su enfermedad, todavía pensaba que le quedaba tiempo. Tenía ganas de continuar. Hasta los últimos días me hacía mención de eso, dejando bien en claro que el continuar era seguir ayudando. Siempre preocupado de los demás”.
Esto lo grafica con una anécdota en plena clínica. Recuerda que un paramédico que lo atendió tenía un problema “y me recuerdo que llamó al Jefe de la Dirección de Tránsito y le dijo, ‘Jaime (director), sabes que tengo un amigo que tiene un problema, no sé si lo puedes ayudar’. Hasta sus últimos días se preocupó de la gente”.
EN LAS MANOS DE DIOS -Siempre se habló que fue una internación programada, al final ¿se complicó más de la cuenta?
“ Como médico he hecho una frase muy mía: ‘en medicina nunca es nunca y nunca es siempre’. El tenía las ganas de cabeza y espíritu, pero solamente Dios dice. Nosotros somos muy creyentes y si Dios se lo quiso llevar fue decisión de Él y nosotros estamos tranquilos con eso. . Hay cosas que son inesperadas. No es una ciencia perfecta “.
-Pero se habló de que era una intervención casi de rutina. ¿O se intentó desde el municipio hacer creer que todo estaba bien?
“A ver, no fue un procedimiento de urgencia, sino que programado, pero hay ciertos procedimientos que tienen complicaciones, desafortunadamente él tuvo una complicación”.
-En varias entrevistas, su padre admitió que la úlcera y la enfermedad se le produjo por el ambiente político en que gobernó. ¿No siente rabia e impotencia por eso?
“Rabia no puedo sentir, él dejó un legado y una vara muy alta. La cantidad de gente que lo fue a despedir. Quería tanto su trabajo que dejó su salud a un lado, quizás eso se le podría criticar un poco, pero al final me quedo con la tranquilidad de que esa fue su decisión, fue su camino y siempre estaré orgulloso de llevar el apellido Pereira”.

RABIA SÍ, RENCOR NO -¿Qué sentía cuando el concejal Ramón Velásquez señalaba que su padre no llegaba a octubre y que debía dar un paso al costado y renunciar a la alcaldía?
“Con respecto a Ramón Velásquez y a la familia Velásquez tengo mi opinión. Desafortunadamente, no sé si la puedo manifestar porque siempre se me enseñó que cuando no se puede decir algo bueno de alguien era mejor no mencionarlo, pero ellos tendrán su forma de hacer política. Creo que en el último día la gente se manifestó frente a las palabras del señor Velásquez (Ramón, fue pifiado en el discurso), pero bueno, si es su forma de hacer política, que sigan”.
-¿No siente rencor por la familia Velásquez?
“No sé si la palabra es rencor, sí tengo un poco de rabia, pero todo lo dejó en manos de Dios y una de las últimas palabras que me dijo fue ‘hijo, Dios dirá’. Si ellos (Velásquez) están con esa forma de hacer política es feo, pero sí podría decir que tengo un poco de rabia”.
-¿Está consciente de que no es la única carta para la candidatura interna de la DC?
“Hay que ser respetuoso, mi padre tenía el deseo que yo continuara, pero conozco los otros nombres. Miguel Angel Cuadros y Cristian Galleguillos y por el tiempo que ellos llevan, lo que está haciendo la DC es una encuesta, también se debe escuchar la voz del pueblo y ver qué manifiesta. No quiero ser una persona que se quiera imponer ni nada. Eventualmente, quiero saber qué piensa y quiere Coquimbo. Tengo varias cualidades, soy joven y profesional. Soy coquimbano 100%. Nací en el hospital de Coquimbo y toda la vida la desarrollé en esta comuna y conozco mi puerto”.
SIN TEMOR A UNA PRIMARIA
••• ¿Estaría de acuerdo con una Primaria para la elección del candidato de la Concertación?
“Si el partido se reúne y encuentra que es la mejor opción y me plantean que vaya a una primaria, no tengo ningún problema”.