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El Día
La discusión entre el Ministerio de Educación, el Colegio de Profesores y los alcaldes de las comunas se ha centrado en el regreso al aula dependiendo de la situación epidemiológica, pero expertas señalan que aún hay aspectos que se deben tener en consideración y que se enfocan en el desarrollo de niñas, niños y jóvenes.

Sin duda esta semana ha sido clave para el año escolar 2021. Desde que el gobierno confirmó el inicio de clases para el próximo 01 de marzo, las críticas e incertidumbres surgieron desde todos los sectores.

Un debate que se ha centrado entre el Ministerio de Educación (Mineduc), el Colegio de Profesores y los alcaldes de las diferentes comunas.

Mientras que desde las municipalidades y el gremio aseguran que el retorno de forma presencial no está garantizado para la fecha establecida, desde la cartera de educación enfatizan que este regreso a las aulas dependerá de la realidad que viva cada comuna y aseguran que el retorno se debe realizar de manera “gradual, progresivo, bajo una lógica mixta, y donde son los padres los que tienen la última palabra porque ellos deciden si los alumnos asisten o no, pero es importante que los colegios le den la oportunidad”, precisó Raúl Figueroa Ministro de Educación.

Aristas que faltan

Pero, la discusión se ha centrado principalmente en la seguridad en temas epidemiológicos y el peligro de contagios, sin embargo, se ha dejado de lado los aspectos psicológicos y sociales tanto del retorno a clases como de la entrega de contenidos a distancia.

Bien lo planteó la defensora de la Niñez, Patricia Muñoz al finalizar la reunión entre el Mineduc, el Colegio de Profesores y los alcaldes el pasado 17 de febrero. Instancia en que enfatizó que el retorno a clases “debiera ser una prioridad del país”. Esto porque a los niños, niñas y adolescentes “nos les afecta sólo desde el punto de vista académico, sino que también en su desarrollo armonioso e integral”.

Proceso de adaptación

Graciela Montoya, psicóloga clínica, explica que durante todo el año de enseñanza a distancia, el encierro a afectado al desarrollo cognitivo y psicosocial de niños, niñas y jóvenes. Este encierro también pudo haber traído consigo síntomas como irritabilidad, ansiedad, trastornos del sueño entre otros. 

Por lo que plantea que el debate, “no es si los niños están preparados o no para volver a clases, es qué tipo de herramientas y apoyo emocional, psicológico y social se les está brindando tanto a las niñas y niños como a sus padresu apoderados para que manejen el retorno a clases”.

En este sentido, en conversaciones anteriores con diario El Día, Zita María Teresa Julia, académica de la Universidad Central ya advertía que los alumnos no sólo tendrían consecuencias en los vacíos educacionales, sino que también efectos en su desarrollo.

Por lo que planteaba que en este retorno a las aulas no sólo se tendría que centrar en la aplicación de las medidas sanitarias. “Así como tuvieron que adaptarse a las clases en líneas van a tener que readaptarse. No sólo desde el punto de vista de las salas híbridas y de las medidas sanitarias, sino que también desde el punto de vista psicosocial. Esto no va a tener un efecto sólo escolar, sino que también un efecto que te queda en la vida, de haber sido de la generación de niños que vivió la pandemia”.

Trabajo en conjunto

Un periodo de adaptación que está dentro de la conciencia de las autoridades de educación, al que también le suman uno de nivelación. “Sabemos que los aprendizajes de los niños son muy diversos. Tiene que haber un proceso socioemocional, de cómo nos adaptamos y entendemos esta situación, porque sabemos que un retorno presencial nos va a obligar a cumplir con protocolos a los que hay que adaptarse y debemos hacernos responsables de esos en conjunto, entre las familias, escuelas y la sociedad”, planteó Claudio Oyarzún, Seremi de Educación. 

En esta línea la autoridad agregó, “ojalá todos estuviéramos trabajando en la misma línea, en decir vamos a volver, quizás no todos; de acuerdo a las realidades de casa uno; pero trabajemos de esta forma, aseguremos la garantía, demos esta seguridad y no decir de pronto no se vuelve”.

Un retorno que para las docentes también es un gran desafío, y plantean que debe ser gradual, el que no está enfocado netamente en la entrega de contenidos sino que también en la relación social. “Esto involucra un trabajo y lo diferente quizás de esto es que va a tener que hacerse en conjunto, tanto el docente como el estudiante van a tener que ir trabajando en lo mismo, porque ambos les afectó igual, puede que a uno más que a otros, pero el impacto de la pandemia fue para ambos. El retorno va a ser un aprendizaje y quizás un reconectarse en conjunto (…)”, precisó Mario Sánchez, presidente regional del Colegio de Profesores.

Erradicar el miedo

Si bien lo expresaron desde el Ministerio de Educación, cada establecimiento educacional; quienes ya entregaron sus planes de retorno; la última palabra la tienen los padres, ya que serán ellos quienes tomarán la determinación de enviar o no a sus hijos a las aulas de clases. 

A menos de una semana de la fecha que estableció el Mineduc para el retorno, el presidente regional del gremio de profesores enfatiza que lo más urgente es resolver el miedo que existe dentro de las familias, esto relacionado al contagio del virus. “Cualquier persona que demuestre algún síntoma en el establecimiento educacional genera toda una suerte de sicosis y esos miedos van a ser muy complejos de sacárselos por mucho tiempo (…) eso va a ser un trabajo en conjunto del docente, estudiantes, de los equipos de cada escuela con los profesionales, aquellos que forman parte de la dupla psicosociales y además de las familias”, precisó.

En esta línea la psicóloga clínica Graciela Montoya precisó que los desafíos principales de este retorno a clases presenciales es la implementación de los protocolos de seguridad y salud en los establecimientos, esto a nivel de infraestructura y el personal docente y administrativos. Pero por sobretodo lograr, “tranquilizar a los padres explicándoles los protocolos de sanitización del establecimiento, las medidas de higiene y salud”, señaló.

Además, la profesional enfatizó que “es fundamental implementar un apoyo psicosocial para toda la comunidad educativa. Facilitar herramientas para que este proceso sea gradual y asistir con material educativo y apoyo psicosocial a los padres para ayudar a sus hijos e hijas en este proceso (…) Es importante el apoyo emocional para reducir el estrés que este retorno a clases puede provocar en los niños”.

 

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