División en directorio de Bomberos por permanencia de Superintendente

En el Cuerpo de Bomberos de La Serena se vive un verdadero terremoto interno y la noche del miércoles se escribió un nuevo capítulo en una acalorada reunión de directorio.

El tema explotó hace algunas semanas, cuando comenzó a circular un audio a través de las redes sociales en las que se escuchaba al superintendente Ángelo Pizarro realizando propuestas sexuales a otra voluntaria. Aquello fue tomado por sus detractores y otras supuestas víctimas quienes denunciaron que los hechos no eran aislados, y que Pizarro, incluso, acostumbraba ofrecer equipamiento a cambio de favores sexuales. 

El reportaje y las acusaciones cruzadas

Iniciamos una investigación y en el transcurso de ella contactamos a un número importante de mujeres que decían haber sufrido algún tipo de vulneración por parte de Pizarro, sin embargo, pese a que en principio se mostraban llanas a contar su testimonio, todas terminaban declinando, según afirmaban “por temor” a represalias, ya que ellas todavía pertenecían a la institución y el superintendente lo manejaría todo al interior de Bomberos, incluso al Consejo Disciplinario.

“Las víctimas no lo acusan, y si lo acusan terminan sancionando a la denunciante. Aquí el abuso de poder es evidente”, precisó una fuente en el reportaje publicado el pasado miércoles, donde se pusieron al descubierto estas situaciones. 

Pero en la misma publicación, hubo una bombera que sí se atrevió a hablar. No lo hizo para acusar a Pizarro, sino al contrario, aseguró que el superintendente había activado los protocolos cuando correspondía en los casos que se habían denunciado formalmente. De hecho, según pudimos averiguar, existían seis situaciones en las que se había iniciado una investigación interna, ninguna de ellas que involucrara a Ángelo. 

De acuerdo a antecedentes entregados por el Jefe de la Brigada de Delitos Sexuales de la PDI, Eduardo Rojas, dos de estas denuncias habían sido tomadas por ellos ya que podrían revestir carácter de delito. 

Fue el mismo Pizarro,  quien decidió defenderse de las acusaciones, y llegó hasta las dependencias de Diario El Día en compañía de su abogado Óscar Soto. Entregó detalles de las denuncias formales que existen en la actualidad, y descartó la veracidad de los testimonios de las personas que lo atacan asegurando que actuaban motivados por la venganza ya que eran cercanos a quienes él había denunciado. Por ello, anunció acciones legales, fundamentalmente en contra de quienes difundieron el controvertido audio, ya que, precisó, se trataba de una conversación privada que nada tenía que ver con Bomberos, y que además, estaba adulterada.

Reunión clave 

Pero, ¿de qué se trata el nuevo capítulo de esta historia? De acuerdo a antecedentes que pudimos obtener por fuentes al interior de la institución, el día miércoles por la tarde se llevó a cabo una reunión de directorio cuyo principal tema fue el “Caso Pizarro”.  

El encuentro habría comenzado a eso de las 19:00 y finalizó pasadas las 23:00 horas y de entrada uno de los directores tomó la palabra y se dirigió al superintendente para decirle que a raíz de todo lo que estaba pasando “estaba poniendo en riesgo la imagen y el prestigio de la institución”, por lo que debía renunciar. 

La respuesta de Ángelo Pizarro vino de inmediato y fue un no categórico. Expresó que él no había incurrido en ninguna falta y que no existía ninguna acusación formal en su contra por tanto no dejaría su cargo. Luego de una larga discusión, se decidió no perseverar en la solicitud de renuncia.  

Quien sí habría salido perjudicada es la bombera Claudia Rojas, quien habló con la prensa sin tener autorización previa, por lo que pasaría al Consejo Disciplinario. 

Antecedentes que no conocían

La reunión del directorio se realizó antes de que el perito judicial, Jaime Brieba anunciara que estaba preparando una demanda en contra de Pizarro debido a que, hasta ahora, cinco de las presuntas víctimas se le habían acercado para que investigara de manera particular. 

El perito tomó el caso y estaría viajando a La Serena durante los próximos días, según dijo, con nuevos antecedentes que sustentarían la demanda. Paralelamente, tiene concertada una reunión con el presidente nacional de la institución, Raúl Bustos. 

Aparentemente, la mañana de ayer jueves cuando los bomberos leyeron la noticia habrían citado a otra junta frente a este nuevo escenario, al menos eso era lo que se comentaba durante la tarde. Pese a que sabíamos de la prohibición de pronunciarse respecto del tema, intentamos contactar a Ángelo Pizarro a través del abogado Óscar Soto, quien manifestó que el superintendente no hablaría pero que se emitiría un comunicado oficial. 

Finalmente el escrito firmado por el superintendente y el secretario general, consignaba información respecto a las denuncias ya conocidas por parte de los seis funcionarios y de la activación de los protocolos correspondientes. En el punto 3, se señala que “se tomó la decisión de apartar a los a aquellos bomberos que se encuentran investigados”, y en el número 4 precisan que “no validamos y rechazamos tajantemente la presentación de denuncias anónimas que no cumplan al menos con los requisitos básicos”. 

Finalizan aseverando que el directorio general en pleno “declaró que su más irrestricto y claro apoyo a la labor realizada por el superintendente y los organismos disciplinarios”. 

Cabe consignar que esto último no es concordante con la información entregada a este medio por parte de otras autoridades bomberiles.  

Antiguas rivalidades

La prohibición de hablar impide que consignemos los nombres de los bomberos activos que sí entregaron su visión respecto de lo que está sucediendo al interior de la institución en La Serena. En su mayoría, y sobre todo los más antiguos expresan “sentir pena”, ya que efectivamente este tipo de hechos merman la buena imagen y el prestigio de la institución. “Nunca habíamos enfrentado algo similar acá y por eso que nos afecta mucho a los que no estamos involucrados”, expresa un voluntario. 

No le restó importancia a las acusaciones de abusos, y afirma que son hechos graves que deben ser investigados y los responsables sancionados. Sin embargo, indica que todo se pudo manejar de mejor forma, pero lamentablemente existiría una lucha de egos interna que ha provocado este revuelo a nivel mediático.

“Lo que pasa que Ángelo es egresado de la carrera de Derecho y hay otro funcionario que es abogado. Antes de que ellos llegaran resolvíamos las cosas como caballeros, dándonos la mano y mirándonos a la cara, pero con ellos, cualquier problema que había se transformaba en un verdadero proceso judicial interno. Por ejemplo, antes, si un voluntario cometía un error se iba suspendido por cierto tiempo y lo asumía, pero ahora, quienes eran suspendidos no lo aceptaban y se empezó a dar la práctica de que presentaban recursos de protección, por lo cual, al ser nuestros tribunales de ética y de honor, no de derecho, ellos ganaban los recursos y tenían que ser reintegrados”, explica el funcionario de Bomberos.

Desde luego que después de un tiempo Pizarro y el otro abogado comenzaron a tener diferencias “y un grave problema de egos, por lo cual se enemistaron hasta el día de hoy, y cada vez que pueden se sacan los trapitos al sol”, aseguró nuestra fuente. 

Continúan recabando antecedentes

Contactado nuevamente Jaime Brieba el perito judicial, expresó que continuaba recabando antecedentes para su acción legal pero por lo pronto no podía revelar cuáles eran. “No podemos entregar ni revelar nada de lo que tenemos por ahora, ya que le estaríamos advirtiendo a la otra parte de nuestra estrategia. Lo que te puedo decir es que estaré durante los próximos días en La Serena”, aseveró. 

Respecto a los informes solicitados por el Presidente de la Junta Nacional de Bomberos, Raúl Bustos, al Cuerpo de Bomberos de La Serena respecto a los acontecimientos, éstos ya habrían sido enviados a Santiago.