En Chile las carreras técnicas han ganado terreno entre las preferencias de los jóvenes que se encuentran en la etapa de escoger qué estudiar a nivel de educación superior, una tendencia que se acerca a lo que ocurre en países industrializados, donde este tipo de formación es la que tiene más alumnos.
Una realidad que resaltó Carlos Sainz, director ejecutivo del Centro de Educación y Capacitación de la Universidad Católica del Norte (Ceduc-UCN) Coquimbo, en entrevista con el Día Radio.
“Más allá de la vulnerabilidad, hay un concepto social de valoración de la formación técnica que le ponía un techo, pero esta percepción está cambiando”, Carlos Sainz, director ejecutivo de Ceduc UCN
El vocero académico recordó que la revolución industrial 4.0, es decir, la tecnológica, abre nuevas oportunidades para los profesionales técnicos, no solo en producción o empresas, sino también en servicios.
Al final de los años 90 se hablaba que la educación técnica profesional iba en retirada, incluso el presidente Eduardo Frey Ruiz-Tagle habló de eliminarla, pero después se dieron cuenta que se necesitaban más técnicos que profesionales universitarios ¿Cree que esa percepción aún está vigente?
“Absolutamente. Cuando uno mira los países industrializados la formación técnica es la que tiene la mayor cantidad de alumnos. Un ejemplo concreto es el de la empresa Airbus, que tiene asociada una serie de escuelas. Hoy en día un ingeniero aeronáutico para poder diseñar un avión, primero debe ser técnico en mantenimiento y antes pasa dos años piloteando aeroplanos, lo que tiene mucha lógica; ¿cómo va a diseñar un avión alguien que nunca ha volado o mantenido uno? Esto nos va dando señales de cómo la industria se ha ido manejando; necesitamos más técnicos para que ellos luego sean los futuros diseñadores de los nuevos productos y servicios que se van a brindar”
Pero ¿eso lo entiende la sociedad hoy en día?, porque vemos a muchos jóvenes intentando ingresar a la universidad y se frustran si no lo logran
“Eso es un fenómeno o más bien un síndrome que lo han tenido todos los países en vías de desarrollo. Cuando Chile empezó a crecer, vimos que más personas tuvieron oportunidad de acceder a formación profesional y si revisamos las estadísticas, el 70% de los alumnos en la educación superior que existen actualmente son los primeros de sus familias que lo hacen. Entonces, generalmente los allegados esperan que los jóvenes traigan ese cartón que sea de ingeniero, arquitecto o médico”.
¿Esto quiere decir que las mismas familias minimizan un poco la educación técnica profesional?
“Más allá de la vulnerabilidad, hay un concepto social de valoración de la formación técnica. Cuando el niño no era muy bueno para los estudios entonces se decía que fuera a un liceo técnico y ‘no más’. Cuando se presentaba la prueba de aptitud académica o posteriormente la PSU, si no le alcanzaba el puntaje entonces decían que estudiara una carrera técnica y ‘no más’, pero ese ‘no más’ le ponía un techo a este tipo de carreras.
70%
Del currículum educativo del Ceduc UCN aborda el desarrollo de actitudes que mejoren su trabajo y desarrollo de la comunidad
Sin embargo, al ver las estadísticas del 2019 cuando revisamos el sitio web mifuturo.cl o el estudio de fuerza laboral que hace la Fundación Chile respecto a la situación en esta materia, nos damos cuenta que un mantenedor mecánico tiene muy buena remuneración (según la revisión hecha por El Día, durante el primer año ganan 765.000 y a los 5 años de experiencia superan el millón de pesos), y un ingeniero comercial a lo mejor gana menos en el año de egresado y la gente se pregunta qué es lo que está pasando en el mercado.
Es mayor remuneración no es porque valgan más, sino que había escasez y se produce el efecto de la economía de oferta y demanda; como hay menos técnicos, los que están y son calificados son mejor pagados que un universitario.
¿Y qué sucede con el desarrollo y conocimiento humano, el trabajo en equipo, de la productividad, ocupar bien los tiempos y aportar el desarrollo de las empresas? ¿También se preocupan por esto en los centros de formación técnica?
“El modelo educativo de la UCN se basa en la formación por competencias, es decir, aprender a aprender, y que tiene tres grandes saberes. Primero es el cognitivo, que se trata del conocimiento; el segundo son las habilidades y competencias, que habla del saber hacer y el tercero que es el más complejo, el actitudinal, que es el saber ser.
Para cada cosa que uno hace tiene que apoyarse conocimiento, habilidades y actitudes y es en esta última donde uno fomenta la responsabilidad, respeto, trabajo en equipo, y comunicación. Esa parte del saber ocupa actualmente casi el 70% del currículum educativo”.