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Los grupos actuaron frente a la probabilidad de saqueos y robos generados por delincuentes, que nada tienen que ver con las manifestaciones sociales.

Ante los saqueos  y robos que se han generado tras las manifestaciones masivas en todo el país, en algunos sectores, los propios vecinos se han reunido para resguardar su patrimonio ante los hechos vandálicos, quienes se caracterizan por usar chalecos  amarillos.

Son grupos de civiles que colocándose su atuendo fosforescentes recorren su sector de forma preventiva para alejar a cualquiera que intente atentar contra los pequeños negocios o los supermercados instalados en su barrio.

En la zona se ha visto como vecinos de Serena Oriente han realizado turnos para cuidar sus viviendas  y el entorno. Durante cada noche del toque de queda se les pudo apreciar en  el sector de Avenida Guillermo Ulriksen. Eran grupos de al menos seis personas que voluntariamente decidieron salir a recorrer las calles.

No buscan el enfrentamiento con los saqueadores o el uso de la fuerza contra ellos, pero si dar la señal que el sector está protegido y los vecinos están organizados ante la delincuencia.

En el sector del Bosque San Carlos y en  los supermercados que se encuentran en  Tierras Blancas, existió un grupo numeroso de ellos.Afirman que  partieron  con 20 vecinos y llegaron a contar con más de 100,  con turnos y apoyo tanto de Carabineros y el Ejército de Chile. Durante los días de toque de queda, mantuvieron turnos desde las 17:00 hasta las 08:00 horas, siempre recorriendo las calles.

“Hemos contenido y dado tranquilidad a este sector  al menos, Ojalá esto se multiplique dado que la gente buena y de trabajo no puede ser superada por un grupo de  maleantes, saqueadores y terroristas” indicó uno de los integrantes de la patrulla de vecinos.

Si bien el trasnoche es complicado porque la mayoría de ellos debe volver en las mañanas a sus trabajos, sostienen que por brindarle tranquilidad a sus familias vale la pena el sacrificio.

En el centro de Coquimbo los comerciantes también se han escudado con sus chalecos amarillos para cuidar junto a sus trabajadores su fuente laboral.

“Vimos como arrasaron con algunos locales y con el Líder, por eso nos organizamos y cuidamos nuestro patrimonio, no queremos que por unos delincuentes, que no tienen nada que ver con las manifestaciones sociales, se pierda el sustento de nuestras familias” indicó Ricardo Fuentes trabajador de un restaurante del sector céntrico porteño.

Afirman que han visto como por redes sociales y las ferias locales están vendiendo los artículos robados.

En todos los barrios que cuentan con estas brigadas la herramienta importante es el Whatsapp que ha sido su principal medio de comunicación y, más importante, de coordinación.

A nivel nacional los primeros grupos indicaron que el uso del chaleco amarillo surgió luego que un carabinero quien sugirió que usaran los chalecos amarillos para diferenciarse de quienes estaban delinquiendo.

 

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