• El Café Monalisa sólo tenía tres meses de funcionamiento, pero luego de estas circunstancias sus impulsores vieron repentinamente terminado este sueño.
  • Escenas de tristeza se vivieron en la calle Prat al ver la galería de locales completamente destruida por el fuego
Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
En la mayoría de los casos no hay seguros comprometidos, por lo que las personas quedan prácticamente en la calle.

“Fue una especie de bombazo, como una explosión, ahí fue cuando despertamos y llamamos a bomberos, porque comenzó a salir humo desde un costado del café que está en la esquina”.

Así fue el sencillo testimonio de un hombre que desde el segundo piso de su departamento se convirtió en testigo presencial, frente a Rapsodia, del incendio ocurrido en la mañana de ayer en pleno centro de la capital regional.

Había tristeza e impotencia entre los dueños de los 17 locales que resultaron afectados tras el incendio que tuvo lugar durante la mañana de ayer.

No hay lugar a dudas que se trata de un hecho devastador, sobre todo para aquellas personas que veían en esta instancia una oportunidad de crecer y emprender.

Una de ellas es María Angélica, dueña del “Monalisa” y que fue uno de los locales más afectados tras esta situación. Si bien la investigación propiamente tal está en curso, uno de los lugares donde podría haberse generado este siniestro fue precisamente en este lugar, que desde hace poco tiempo estaba funcionando, pero este hecho terminó por volver todo a fojas cero.

“Dicen que los daños podrían haber comenzado en el sector de la cocina o el techo, porque el problema es que estas casas son muy antiguas”, dijo.

Por otra parte, encaró a la dueña de este inmueble. “Ella nos tiene que dar una buena explicación, porque son ellos los que no invierten para tener el lugar como corresponde. Imagínese todas las pérdidas, se trata de locales pequeños, con gente que necesariamente vive de esto. Abrí este café hace tres meses, con una tremenda inversión. Es un esfuerzo perdido”, indicó.

Son seis personas las que dependían de Monalisa para llevar el sustento a su casa. “Yo no tenía seguros comprometidos. Puede haberse producido un corto en el techo o en la cocina, pero lo cierto es que yo dejo todo desconectado”, subrayó.

Esta locataria aclaró su posición. “Yo antes de retirarme a mi casa dejo todo apagado, por ende me parece que las responsabilidades no pasan por nosotros”, recalcó. 

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Otro de los lugares que resultó afectado en el interior del Café Rapsodia fueron las oficinas de la Fundación Las Rosas. Y su jefa regional, Ximena Salinas, se refirió a aquellos alcances. “En efecto, Carabineros nos solicitó mantener la calma y por sobre todo paciencia porque debían cumplirse una serie de acciones durante estos días. Nuestra oficina pierde papeles y toda la inversión, pero lo más complejo pasa por lo que han sufrido los locatarios, con personas que viven de esto”.

LA INVESTIGACIÓN SIGUE

••• El fiscal regional, Adrián Vega, se apersonó en el lugar de los hechos. La autoridad revisó el sitio del suceso con personal del Laboratorio de Carabineros, Labocar, expertos de bomberos y de la empresa eléctrica Conafe, para revisar las posibles causas del siniestro. “No se puede descartar ninguna hipótesis. Hay que revisar las fuentes de calor como lo son falla eléctrica, foco de fuego, cocinerías o intervención de terceros. Son las hipótesis que hay en concreto. La idea de concurrir con Labocar es verificar quiénes son los propietarios. Recorrimos los lugares de donde podría haberse iniciado el incendio”, aseguró.

 

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